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REAL MADRID - BARCELONA

Detalles que marcaron el Clásico

Navarro, a una pierna, fue capaz de sumar en los últimos segundos un robo, una asistencia y dos tiros libres que también fueron determinantes.

Sergio Rodríguez y Víctor Sada
PAULINO ORIBEDIARIO AS

Aciaga transgresión. En el momento culminante del Clásico, a 22,7 segundos del final de la segunda prórroga, Llull cometió un acto de desobediencia civil activa. El mismo día en el que el diario El País le titulaba una entrevista con la frase "No conozco el miedo", el jugador menorquín antepuso instinto y atrevimiento a las órdenes de su entrenador en el tiempo muerto, con cámara, micrófono y taquígrafos: "Atacar rápido este uno contra uno y meter canasta o falta Queda mucho y muchos tiros libres, estemos concentrados" A los dos segundos de ponerse el balón en juego, Llull lanzó un triple lejano y le dio la posesión al Barcelona, que ya estaba tres puntos arriba (103-106). La tecnología y el directo dejaron en evidencia la osadía del jugador en una acción clave, aunque nunca sabremos en cuántas otras ocasiones su equipo se habrá beneficiado de otras desobediencias y valentías de Llull.

Detalles fatales. La voluntad de hacer falta cuando vas ganando por tres puntos para evitar el triple rival acabó metiendo en otro problema al Real Madrid por la inconveniencia del autor y de la situación de la falta de Mirotic sobre Lorbek, a falta de cinco segundos para el final de la primera prórroga. Mirotic cometió su quinta personal, que acarreaba la eliminación en una acción en la que Lorbek aún pretendía hacer un bote para cruzar la línea del centro del campo. Esa falta posibilitó que el Barcelona sumara un tiro libre y la posterior opción de rebote ofensivo y canasta. El Real Madrid afrontó la segunda prórroga sin tres pívots (Reyes y Mirotic eliminados y Slaughter, lesionado).

Profundidad y administración. En un baloncesto en el que los mejores se acostumbran a disputar fases de juego limitadas a siete u ocho minutos seguidos, un partido con dos prórrogas, eliminados por faltas y lesionados, descuadra las rotaciones, pone en evidencia la condición y la resistencia física de piezas referenciales. En un momento, el partido pareció alargarse demasiado para determinados jugadores, pero los parones de tiempos muertos y tiros libres y los cambios "de balon­mano" les sirvieron a los entrenadores para, mal que bien, finalizar la ecuación. En otro nivel están los que suman con su sola presencia: Navarro, a una pierna, fue capaz de sumar en los últimos segundos un robo, una asistencia y dos tiros libres que también fueron determinantes.

En cinco minutos. En el otro duelo, el 17-0 a favor del Caja Laboral en el tercer cuarto contra el CAI le dio el visado para enfrentarse al Barça y tomarse con tranquilidad el resto del partido. Ninguno de sus principales jugó más de veintitrés minutos. El Barcelona tiene dos días para estudiar el factor Nocioni y la alianza francesa (Heurtel & Causeur).