R. MADRID 87 - VALENCIA 84
El Valencia aprieta y Llull truena
El Madrid sumó su decimotercera victoria consecutiva ante un rival que le llevó a un final de infarto, tras sobreponerse a una desventaja de 15 puntos con un parcial de 5-21.
El mejor duelo de la Liga, titulamos en la previa. Y lo vimos. Resultó encomiable el esfuerzo del Valencia por darle caña al líder invicto, por presionar la subida de balón, por atosigar en el perímetro con dos contra unos constantes. También por amenazar en ataque con cinco jugadores abiertos, forzando a los pívots blancos a salir de su zona de influencia. Nivel top de Euroliga, de equipo ladino y aguerrido. Y pese al coraje, los del calzón naranja se fueron pronto a la lona (49-34), golpeados pero nunca noqueados. Se levantaron en seis minutos (54-55), aunque para ello tuvieran que firmar un parcial de 5-21 y necesitaran dispararse hasta los 29 tantos en el tercer periodo. Espíritu Perasovic.
Pesaron las ausencias de Lishchuk y Faverani, incluso más que la de Rudy en los locales. El mallorquín, por cierto, será, en principio, baja también el domingo ante el Lagun Aro. Pero volvamos a la pintura, al dominio blanco en los puntos anotados en la zona y en el rebote ofensivo. Clave, como Felipe Reyes.
Este duelo tan esperado, entre primero y segundo, se resolvió como aquellos shows americanos en los que un bólido compite frente a un avión. El coche de carreras acelera hasta poner las revoluciones en rojo y entonces truena Llull, despega el caza sobre la misma línea de meta. La decimotercera seguida, más cerca del 15-0 de Corbalán ‘and company’.
Choque estelar que refrenda al Madrid, impulsa al Valencia -buen debut de Gelabale- y cuelga el cartel de estrella en ciernes a Dubljevic, el otro Mirotic. Ambos montenegrinos, de clase infinita y nacidos en 1991. También se salió Doellman y Hettsheimeir apunta ya maneras. El Madrid vuela, pero hay Liga. Bienvenido, Valencia.