Todos formamos parte del mismo equipo: España

El brillante triunfo de ayer de nuestra Selección de fútbol en la final de la Eurocopa nos llena a todos de orgullo porque se ha conseguido y rubricado de nuevo en base a los valores que en los últimos tiempos han hecho de todo el deporte español una referencia mundial.

Con este nuevo oro internacional nos sentimos identificados todos porque reconocemos en él esa seña de identidad de nuestra Marca España: compromiso, espíritu colectivo, amistad, generosidad con los compañeros, respeto por los rivales, pasión por los colores a los que representan y una sana ambición deportiva. Anteponer el interés colectivo al más mínimo ego individual y poner el talento personal al servicio del equipo de forma incondicional es el secreto de nuestro éxito.

Todos los éxitos, y sobre todo la unánime admiración que merece cómo se consiguen, deben ser los mejores embajadores de un país que, por difíciles que sean las circunstancias, es un país moderno, dinámico, dispuesto a crecer, con una gran capacidad de progreso y una calidad social de primerísimo nivel, con proyectos serios y creíbles y una profesionalidad no reñida con la pasión. Una marca que desde el deporte y desde luego desde el baloncesto no podemos ver más que como un proyecto de todos, al que tenemos la suerte -pero también la responsabilidad- de poder aportar un importante granito de arena, no sólo en los numerosos momentos de éxito sino también con un ejemplar comportamiento en las -afortunadamente- circunstanciales decepciones.

España es y tiene que seguir siendo ejemplo de tenacidad, esfuerzo, ambición, talento y respeto, de un carácter especial y un estilo modélico, que sin duda se van a poner de relieve en toda su dimensión en los próximos grandes eventos deportivos internacionales que se van a celebrar en nuestro país.

El triunfo de ayer en Kiev es un hito más, celebrado como propio por la gente del baloncesto porque para nosotros la Selección de fútbol es especialmente cercana desde que el propio Iker Casillas declaró públicamente, hace sólo unos años, mirarse en el espejo de nuestra conocida como ÑBA. No hay mejor ejemplo de que todos -fútbol, baloncesto, tenis, balonmano- formamos parte del mismo equipo, el equipo de todos: España.