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LIGA ENDESA | UNICAJA 57 - BARCELONA 89

El Barcelona no tiene compasión de Unicaja

El líder de la Liga Endesa se paseó en Málaga ante un Unicaja que no opuso ninguna resistencia y sigue fuera de los puestos de playoffs.

El Barcelona no tiene compasión de Unicaja
MARIANO POZO

El Unicaja volvió a rozar el ridículo ante sus aficionados y cada vez tiene más complicado clasificarse para la fase por el título, esta vez cayó (57-89) ante el líder, Barcelona, muy superior y en el que sobresalió el juego interior con dos ex cajistas como los pívots Fran Vázquez y Boniface Ndong.

El conjunto malagueño ya no era el favorito en el partido como en otras temporadas. La profunda crisis en la que está sumido el Unicaja evidenciaba la clara diferencia entre ambos equipos y se clarificó a medida que iban transcurriendo los minutos.

La diferencia en los pívots supuso la mayor ventaja del Barcelona, donde Boniface Ndong y Erazem Lorbek se mostraron muy superiores dentro de la zona.

La ventaja en los primeros diez minutos era suculenta 16-27 para los visitantes, que fue aumentando, ya que el Unicaja estuvo cinco minutos sin anotar al no tener ideas y verse superado por los jugadores azulgranas con mucha más calidad y mejor actitud (16-39, minuto 16).

La formación andaluza se vio impotente para hacerle frente al Barcelona y resignada ante la derrota ya al descanso del partido (27-48, minuto 20).

No varió excesivamente el esquema en el tercer periodo, donde Ndong campaba a sus anchas en ambas zonas, cogiendo rebotes tanto defensivos como ofensivos y haciendo puntos con suma facilidad ante la escasa resistencia local, equipo que sumo solo once y catorce puntos, respectivamente, en el segundo y en el tercer cuarto (41-68, minuto 30).

El Barcelona lo tuvo tan fácil que sólo el juego interior ganó el partido con Ndong y luego con Fran Vázquez, otro jugador que no tuvo piedad de su exequipo.

Ni con Sinanovic en pista, olvidado antes por el técnico Chus Mateo y ahora por Luis Casimiro, pudo frenar a los pívots visitantes.

Los últimos cuatro minutos fueron un suplicio con los aficionados abandonando el Palacio Martín Carpena cabizbajos, desilusionados, enfadados y con protestas hacia los jugadores y el consejo de administración del club malagueño.