Si ante el Gran Canaria el Asefa Estudiantes recuperó el coraje, ayer se dio un baño de autoestima puramente baloncestístico, aplastando a una de la revelaciones de la Liga, el Lucentum Alicante. Los colegiales ya ven más cerca la salvación. Tienen a un sólo triunfo al Obradoiro, al que recibirán en casa la próxima semana con el objetivo de poner el average particular a su favor, dado el pírrico +3 para los gallegos en la primera vuelta. Y hay otros tres equipos al alcance de dos victorias: Fuenlabrada, Murcia y Granca. Ilusión para encarar el derbi contra el Madrid.

En descargo del Lucentum hay que decir que su futuro pende de un hilo y que, por eso, los jugadores quizá tenían la mente puesta en la reunión que tiene hoy el consejo del club, clave para saber si sobrevive. De hecho, la plantilla fue ayer de romería para encomendarse a la Peregrina de la ciudad, la Santa Faz. Simbólico.Pero lo cierto es que el Estu fue superior en todo, firmando su segunda mejor anotación de la campaña (83 puntos) por detrás de los 90 que le endosó al Madrid; su mejor porcentaje de tiros de dos (64%) y casi el top de balones robados (15), uno menos que los 16 frente al Valencia, prueba de que la defensa funciona. Dominó de principio a fin a lomos de un Germán Gabriel imperial (29 de valoración) y con arranques de calidad de Lofton, Clark, De la Fuente, Kirksay...

El partido se acabó en el minuto 32, con un rotundo 45-74. Y al final, Poch, el que fuera entrenador milagro del Alicante, estalló de alegría. ¿Salvará también al Estudiantes?