Hernangómez es el líder de la nueva generación júnior

Esta semana se disputa en Alemania el Torneo de Mannheim, el considerado Mundial oficioso júnior o Sub-18, que España ya ganó una vez, en 1998 con la generación del 80: los Gasol, Navarro, Reyes, Raúl y compañía. No sabemos si en esta edición, 14 años después, podrá repetir, pero sí que ya están en la pelea. Ganó ayer a Australia por 78-57 y pasa a la segunda ronda invicta, con un triunfo, el que se consiguió ante Rusia (78-66), también clasificada. Antes había vencido a China por 88-56. Y ahora esperan para ganarse el pase a semifinales Estados Unidos (mañana) y Serbia (el jueves).

Es la generación de los jugadores nacidos en 1994. Tres de ellos ya ganaron el oro el pasado verano en el Eurobasket Sub-18, el de Álex Abrines, con sólo 17 años. Son el pívot del Madrid Guillermo Willy Hernangómez; el nuevo Navarro del Barça, Josep Pérez, y el alero del Joventut Albert Homs. Ellos tiran del carro. Hay que destacar el gran papel de Hernangómez, un pívot de gran talla (2,08 m) y magnífico reboteador, que entiende bien el juego y tiene calidad para llegar un día a la Selección absoluta. En tres partidos promedia 16,3 puntos y 10,6 rebotes. Ante Rusia, el rival más duro, hizo 24 y 13. Hay quien ya le compara incluso con Marc Gasol por su saber estar. El último escalón es el más difícil, muchos se quedan en él y tendrá que subirlo. Pero hay madera de jugador. Su padre se formó en la cantera del Madrid y jugó en el Estu. Su madre, Boni Geuer, fue una leyenda de la Selección femenina.