Singler se destapa en Santiago con 21 puntos

En el baloncesto las ligas no se ganan en canchas como la del Obradoiro, porque siempre aguarda un cara a cara entre los mejores. Pero estos duelos con un equipo local en racha, que en otros deportes otorgan­ títulos, miden la estatura de los aspirantes. Talla alta, como la que dio el Barça en Bilbao­. El Madrid alivió en Santiago algo de su frustración tras despedirse de la Euroliga, una eliminación que llegó por lagunas que de un mes a esta parte se han secado. Desde la derrota en Bilbao por 24, los de Laso encadenan ocho victorias en tres competiciones por una diferencia media de 16,7 puntos.

Vimos actuaciones más redondas, pero la del Madrid ayer rodaba, seguro. Con sus momentos de desconexión atrás, en el segundo y en el último cuarto, cuando Bulfoni­ puso a seis al Blusens Monbus, con jugadores más y menos metidos (como Tomic al principio); pero con una gran puesta en escena (9-20) y una sucesión de buenas defensas. El talento viene de serie­ con Carroll y Mirotic.

El Obradoiro recortó hasta el 65-71. Saber competir le ayudará a esquivar el descenso. Esta vez, sin embargo, no tuvo tiempo ni de soñar. Kyle Singler, que jugó 31 minutos por la lesión de Suárez, puso el broche en su mejor día de blanco. Conectó con Sergio -de nuevo en pista en el tramo final junto a Llull- y descerrajó 10 puntos en menos de tres minutos. Luego esperaba el Bernabéu y la última exhibición pública de la Copa.