Los Sergios se gustan en el triunfo ante el Estu

Muy buen ambiente en Leganés para cerrar la pretemporada y el espectáculo en la cancha estuvo a la altura de un derbi, con brillante colofón de los bases del Madrid: alley-oop de Sergio Rodríguez para un mate sensacional de Llull. No le venía mal al tinerfeño (15 puntos y 9 asistencias) un partido como el de ayer, en el que atacó con descaro, punzante con el balón en las manos. A la carrera brillará este año, pero el Madrid necesitará que tanto él como Llull (su ventaja física le hace más peligroso en este puesto) no pierdan las riendas en duelos más tácticos. Hay tiempo y margen de mejora y un técnico que apuesta por ellos. A ver.

Tampoco desilusionó el Asefa Estudiantes, pese a que completa una preparación pobre: un triunfo, con remontada agónica, en cinco encuentros. Pero vimos a Jiménez como acostumbra, a Gabriel finito, a Simmons con fuerza y rebote, y a Wright con determinación y calidad. Y a Pepu mandando en la banda, como siempre, y nos gusta, y más aún a la hinchada colegial.

Octavo triunfo blanco consecutivo en este trofeo de la Comunidad de Madrid, cuestión menor, aunque nunca viene mal una copa que llevarse a la boca. Recordemos que el Real va para cinco años sin torneo gordo y los tres grandes de esta campaña serán de aúpa. Hubo destellos varios y también sucesión de errores, que convirtieron el partido en un vaivén, con el Estu haciendo la goma. Pocius, que machaca y rompe cinturas por igual, encandiló a la afición madridista. En sus mejores minutos lanzó a su equipo 14 arriba (51-37), pero Wright acudió al quite: 60-58. Entonces llegó Sergio.