"Volveremos el año que viene con otra medalla"

Gran Vía madrileña a las 18:40 horas. Un autobús con doce campeones europeos se adentra en la Plaza de Callao donde más de mil personas les esperan. Tras un largo viaje de madrugada y con poco tiempo para descansar, Ibaka y Marc fueron los primeros en subir al escenario. La copa la llevaba Navarro, que en cuanto apareció comenzó a oír gritos de "MVP, MVP". "No esperaba este gran recibimiento y lo confieso, me merezco haber sido el mejor del Eurobasket", dijo el capitán de la Selección, que en Lituania consiguió su séptima medalla. "Estoy dentro de un grupo humano inmejorable, pero también son una panda de quinquis", bromeaba La Bomba, tras ser duchado con varias botellas de champán y pasarle el testigo a Felipe Reyes. "Ahora va a hablar el capitán", dijo el escolta. El madridista, que fue el encargado de levantar la copa a propuesta de Navarro, le agradeció el gesto al escolta del Barcelona.

Después hubo tiempo para todo: para bromear con los marcados abdominales de Ibaka -"Yo no tengo cuerpo", apuntó Navarro cuando el público le pidió que se levantara también él la camiseta-, oír al nacionalizado apuntando que fue "uno de los mejores momentos de su vida" y que espera ganar "mucho más" con este equipo y a Pau Gasol alabando a Navarro: "Es un lujo jugar con esta Selección y me alegro mucho por el MVP de Navarro porque es mi mejor amigo".

"Somos todo un país jugando junto", añadió su hermano Marc y Rudy confió en seguir la racha en Londres 2012: "Queda mucho, pero si continúa el mismo grupo, seguro que nos vamos a divertir y hacer disfrutar a la gente". El mallorquín fue políticamente correcto cuando le preguntaron qué había sido lo mejor del Eurobasket. Algún compañero gracioso le gritó: "La antideportiva a Parker". Pero Rudy se hizo el despistado: "Lo mejor ha sido Navarro". Llull se arrancó con el "Campeones, campeones" y San Emeterio, El Básico, siguió con los cantos populares y el "Yo soy español".

El broche lo puso Calderón que, tras dos años sin estar en la Selección, sigue con hambre: "No estuve ni en Polonia ni en Turquía, pero siempre me he sentido dentro de este equipo. El año que viene hay Juegos y vendremos con otra medalla".

Para cerrar, el mago Jorge Blass inundó Callao con confeti rojo y amarillo y cerraron la fiesta con el himno del campeonato, Bongo Botrako y su Ey Chipirón, convertido en Ey Felipón. Antes del partido de Polonia, Llull puso la canción y a Calde se le ocurrió cambiar la letra por 'Ey Felipón, todos los días sale el sol'. Fue para animar al cordobés, cuyo padre falleció unos días antes de que empezara el campeonato. Ayer en España volvió a lucir ese sol, alumbrado por un equipo que ha hecho historia.