Eurobasket Lituania | El cuaderno de Antoni Daimiel
Esta vez, España cumplió mejor con su papel
A mejor.Esta vez España cumplió mejor el papel adjudicado y obligado de equipo superior. Ofreció avances y ajustes progresistas que no suelen ser tan asequibles en esta balsa de supremacía de un duelo ante un rival menor como Portugal, licitado por un Eurobasket de veinticuatro equipos. Ante sparrings así no es fácil buscar cosas que no se tienen o que pueden estar escondidas. Hombres y nuevas vertientes se van incorporando a nuestros mandamientos de favoritos como la precisión de Calderón, la irrupción de las ganas de Rudy, la cara B de Navarro (asistencias y robos de balón) y franjas de minutos con mayor presencia defensiva: Primero con tres suplentes en pista como Ricky, San Emeterio e Ibaka y posteriormente con Sada.
Quintetos y combinaciones.Nuestro quinteto titular (Calderón, Navarro, Rudy, Pau y Marc Gasol) es seguramente el mejor quinteto ofensivo de este torneo. Las variaciones y combinaciones en perfecta sincronía de los hermanos Gasol son letales sin vacuna posible. Sin embargo ante Polonia y Portugal este quinteto ha sufrido a la hora de asegurar el rebote bajo canasta propia y de mantener una adecuada tensión defensiva de manera constante. Estas grietas parecieron bastante resueltas cuando Sada coincidió con cuatro de ellos en pista. Rudy jugó sus mejores minutos defensivos como escolta, acompañado por San Emeterio, y con Ricky e Ibaka presionamos a toda pista con buenos resultados. En cambio, la zona, ni como amante ni como amiga. Ni con dos bases y medio juntos supimos cómo atacarla y la defendimos mal, seguramente sin equilibrio, sin la combinación adecuada de protagonistas.
Gran Bretaña.Nuestro rival de hoy es un equipo que se hace eterno en su carácter experimental. Un casting perpetuo de juego alegre, pero poco contundente, de evidente fragilidad defensiva. Eso sí, ya nos toca el primer tres o alero alto de nivel. El jugador de origen sudanés Luol Deng es de esos bendecidos por un pack completo, un círculo cerrado de cualidades. En la selección británica le faltan relaciones y asociaciones, nunca ha tenido tiempo suficiente para llegar a conocerse e intuirse con compañeros como Freeland o Boateng.