Eurobasket Lituania | España 87-Portugal 73
Portugal reparte calma antes de la tormenta
En vísperas de lo más duro, la Selección de Pau recobra confianza
Ante un espresso compartido con periodistas, en la Sala de Prensa, Sergio Scariolo se muestra absolutamente relajado. Y seguro de lo que hace: tanto como cuando Pau Gasol, en cada cambio, busca su rinconcito en el banquillo, escucha plácidamente a Navarro (sobre todo), Marc y Sada e, incluso, saluda a conocidos y afectos. Mientras Pau controla con el guante sedoso de la relajación, Calderón debate detalles técnicos en las cercanías del coaching staff. Y Scariolo, imperturbable, alecciona a Serge Ibaka y Claver (por ejemplo)
Tras la carga de la caballería polaca, y en vísperas de las primeras tormentas serias del otoño lituano, la visita de Portugal trajo esta secuencia de calma tensa al peculiar equipo español. Pese a la voluntad lusitana, el partido estaba en 53-36 en el descanso. 77-52 al final del tercer cuarto.
Las claves.
Detalles: España volvió a despegarse con el viejo truco de sus dos comodines, como con cartas marcadas: Pau Gasol, 20 puntos y cinco rebotes en 19:23 de acción. Navarro, 17 puntos, con 5/7 en triples en un segundo menos de 19 minutos. Scariolo ensayó zonas presionantes y zonas en 1-3-1 que los lusos de Mario Palma reventaron con triples, donde sí ganó Portugal: 9/23 para los lusos en tiros de tres (39%), y 6/20 para los españoles: 30%. A ver cuando suba el ritmo defensivo del rival, como hace Lituania, y el balón no pueda llegar tan limpio a los hombres altos
Por lo demás, Scariolo intentó rodar a Rudy, ya sin alergia, Ricky Rubio y Calderón. Pero Claver sólo salió del banquillo a 6:58 del final, con 79-59. El tanteo del último cuarto fue España, 10; Portugal, 21. Total, 87-73. Como los Lakers ante la pandilla basura. Pero después llegan los playoffs y dejémoslo ahí.
En resumen, hoy la Gran Bretaña de Luol Deng, que parecía algo, pero ayer (sin Archibald) pagó ante Turquía la factura del gasto físico con Lituania. Y en 48 horas más, los feroces lituanos y los gigantes turcos medirán a esta España: tan en calma, tan relajada y compasiva que parece budista. Es la imagen de su líder: Pau Gasol. Si este neobudismo gana guerras en una pista de baloncesto, ya va tocando.