Baloncesto | La intrahistoria
Triple frustración de Carlos Suárez
La secuencia que acabó en el descarte del alero madridista Carlos Suárez ha sido el punto de suspense que ha rodeado el mes de preparación de la Selección. Por tercer año consecutivo, Suárez, llamado cariñosamente El Chimpa, se quedó fuera de los planes definitivos de Scariolo.
Suárez ha escogido (hasta ahora) un discreto silencio público, pero, visto lo visto, su frustración no es que sea doble: es triple, de tanto calibre como tantas veces ha sido descartado.
Básicamente, Suárez se sentía con puesto fijo, y ahí ya nadie puede saber, excepto los dos implicados, si Scariolo le concedió directamente seguridades en ese sentido... o fue el mismo Suárez quien se sintió reforzado por alguna charla puntual con el seleccionador.
Pero varios sucesos puntuales agrietaron la posición de Suárez: la decisión oficial de dejar la lista final en 12 hombres, la abundancia de centímetros como recambio en la Selección (Claver...) y, sobre todo, cuando el mismo Suárez constató, el pasado 8 de agosto, día de los descartes de Rafa Martínez y Xavi Rey, que él no estaba (ni mucho menos) entre los fijos, como en un principio había pensado. Ahí, tras ciertos comentarios y situaciones, Suárez vio claro que él podía caer. Se sintió mal. Fue un golpe moral del que ya no se recuperó: y triple frustración.