Un final espantoso dio la puntilla al Valencia

El Bizkaia no había ganado ni un partido de playoff hasta el pasado viernes. Puesto a romper con la historia, no sólo se estrenó ante el Power sino que de regalo se merendó a la alternativa más clara a los grandes (Barça y Madrid) este año, al equipo que mejor baloncesto ha practicado en el sprint final de la liga regular.

Belleza, pasión y defensa. El Bizkaia no se dejó nada en su atronadora victoria sobre el Power, que se despidió de la Euroliga en el peldaño menos esperado. El vibrante estado del equipo de Katsikaris se manifestó desde el salto inicial, y eso que al final Sonseca, con una fisura en un tobillo, no pudo jugar y dejó muy corto de centímetros al grupo local. Sabedor de que no había margen de fallo, Pesic apostó de inicio por Augustine y Richardson para endurecer atrás. Los vascos, guiados por un Hervelle que ya se parece al mejor Axel del Madrid, desplegaron en esa primera zancada un juego brillante que anticipa un fascinante futuro. El Power quiso castigar por dentro: Mavro y Mumbrú se cargaron pronto de faltas.

El partido fue durísimo. La enorme clase del Power le llevó a amasar siete puntos de ventaja en los dos minutos finales, tras un triple de Savanovic y una cesta doble firmada por De Colo (67-74). Desde ahí, la locura invadió Bilbao. Un 12-0 escribió la historia más grande jamás vivida por el basket vizcaíno.

"Mi continuidad en Valencia no depende de mí mismo, ni del director general, sino del proyecto de futuro del club", resumió Pesic.