"A los jugadores se nos paga para estos partidos"

A usted que le tocó vivir tres veces este tipo de partidos en la Euroliga con el Real Madrid (1994, 95 y 96), ¿qué hacía para motivarse?

A los jugadores se nos paga para disputar esta clase de partidos. Yo me miraba al espejo y decía: 'no puedes fastidiarla'. Sabía que jugaba para los hinchas y que no podía fallar.

Los playoffs de su época eran a tres encuentros, ¿cómo los afrontaba el equipo?

Creo que es más difícil jugar al mejor de tres que al mejor de cinco, porque hay menos margen de error. Los afrontábamos con mucha presión.

Hablemos del año 95, el de la Final Four de Zaragoza, ¿qué recuerdos tiene de ese Madrid?

Cada uno tenía su papel, con dos extranjeros que llevábamos el peso en el ataque y jugadores como Santos, que defendía de una manera impresionante. Gracias a él ganamos esos partidos. Nos teníamos mucho respeto los unos a los otros y eso fue fundamental para vencer.

¿Cómo fue su relación con Arvydas Sabonis?

Era un tío un pelín seco al principio. Le preguntabas cualquier cosa y te respondía con monosílabos, pero nos llevábamos bien. En la cancha fue difícil. Tuve que aprender a jugar con él porque ocupaba mucho espacio en la zona y a mí me gustaba postear.

¿Cómo vivió aquel último título de Euroliga del Madrid?

Hubo mucha fiesta, pero en el fondo yo estaba un poco triste porque se había terminado un torneo tan feliz.

¿Qué posibilidades de éxito le da al Madrid para hoy?

Este partido me da un poco de miedo. El Madrid tiene un 50 por ciento de opciones, porque aunque tiene la ventaja de jugar en casa también soportará toda la presión ante un equipazo.

¿Cree que lo que ocurra puede marcar el futuro del club?

Sería un error pensar que todo está bien si se gana y tampoco pasaría nada si se pierde. Hay que sacar ventaja para el futuro. A mí me encantaría trabajar para el Madrid preparando a los pívots. Eso lo hago bien.