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Euroliga | Real Madrid 75 - Valencia 81

El Valencia de un genial Cook somete al Madrid

El playoff de cuartos de la Euroliga arrancó el martes con triunfos de todos los equipos locales. Ayer se repetían duelos y ganaron los visitantes. En la Caja Mágica el Power Electronics sorprendió en un partido atractivo al Madrid, que debe ganar ahora en Valencia para no quedarse sin Final Four.

<b>ABATIDOS. </b>Los jugadores del Madrid se retiran hundidos tras fallar en la Caja Mágica. Ahora están obligado a ganar en Valencia.
ABATIDOS. Los jugadores del Madrid se retiran hundidos tras fallar en la Caja Mágica. Ahora están obligado a ganar en Valencia.PEPE ANDRÉS

Les cantábamos el miércoles las posibles semifinales, en función de lo trascendente que resulta ganar el primer partido en un playoff de la Euroliga, y, dos días después, las cuatro eliminatorias están ya patas arriba con derrumbe de los equipos locales. Perdió hasta el Regal Barça en el Palau ante el empuje de Diamantidis­ y compañía. En fin, cuádruple 1-1.

En la Caja Mágica vimos el primer tropezón del Madrid esta temporada en un partido que servía para algo. Y también contemplamos más baloncesto del previsto. Momentos de gran calidad ofensiva, con bonitas rachas anotadoras y con el base americano Omar Cook (pasaporte montenegrino) planeando como un águila imperial sobre su presa. Control total de la situación, siempre genial en el pase y no por malabarista, sino por saber poner el balón en el sitio justo una y otra vez, con la constancia de un martillo pilón, pero creando como un artista. Un virtuoso de la asistencia. Y todo sin perder un solo balón, sin un error. Si a su efectividad para mover al colectivo, le añadimos la precisión de un cirujano en los triples (cinco de cinco), pues ya tienen a la estrella del día.

Saben también que, aunque encontremos a nuestro héroe, en el baloncesto no sólo hay una explicación. Otras: el Power Valencia empató en la pelea por el rebote tras el naufragio del martes (16 capturas menos). Y a Cook se le unió Richardson (17 tantos y 3 de 4 de larga distancia) y, luego, Savanovic, clave en el tramo crucial.

¿Y el Madrid, qué? Pues lo mismo de siempre, un equipo de vaivenes, que cambia de líder (ayer le tocó a Llull tirar del carro) y de castigado (Suárez vio el final desde el banco tras un desencuentro con Molin) según el partido. Tuvo sus momentos, y con cinco puntos seguidos de Velickovic actuando de cuatro se puso nueve arriba: 31-22. Adivinen quién apareció... Pues sí, Cook con dos triples.

El Madrid iba a tirones, a veces con más fluidez ofensiva que de costumbre, pero sin terminar de arrancar. La diferencia respecto al primer partido fue que no hubo un Mirotic salvador. Discúlpenle. Tiene 20 años recién cumplidos y sólo lleva tres meses en la élite. Ayer era el turno de un rival, de Cook, que con seis puntos seguidos sentenció en la volata. No sé a ustedes, pero a mí me huele a quinto partido.