Liga ACB | Lagun Aro 78-Real Madrid 88
Llull devuelve la vida al Madrid con un triplazo
Pocos cambios en el nuevo Real Madrid, con Molin repitiendo paso por paso el guión de Messina. Llull, con 4 de 7 en triples; Prigioni, excelso en el pase (10 asistencias), y Mirotic, imprescindible, resultaron claves en el apurado triunfo. La estrella sin premio fue Panko, MVP con 41 de valoración.
Quien esperase un cambio radical tras la marcha de Messina andaba despistado. Los planteamientos de Emanuele Molin son los mismos; los jugadores clave, también. Idéntico guión, algo lógico tratándose de su mano derecha las últimas once temporadas. Los jugadores que dudaban lo siguen haciendo (Velickovic y Sergio Rodríguez), y los que no jugaban tampoco rascan bola (Vidal y Begic).
Normal cuando se trata de arrancar con buen pie una nueva etapa, cuando hay más nervios que seguridad, cuando toca asentarse. Y Molin se agarra a lo que ve mas estable, a Prigioni y a Llull, y luego a Suárez y a Mirotic, aunque respeta los galones de Reyes. Como hacía Messina, le pone de inicio. El capitán, eso sí, no participó ni en el tramo final ni en la prórroga.
El Madrid acabó con cuatro bajitos, con Suárez ejerciendo de falso pívot, como en Vitoria, aunque esta vez forzado, a la estela de Panko. El americano fue la estrella de la jornada (41 de valoración), imparable para Suárez y Velickovic, para cualquiera que se le pusiera enfrente, pero acabó sin premio. Derrota en la prórroga del Lagun Aro, que rozó el éxito.
Ganaba por tres puntos a 19 segundos del final (76-73), después de dos tiros libres de Uriz tras una falta absurda en medio campo de Prigioni con ocho segundos en el reloj de posesión. La última ofensiva del Madrid fue en manada, con el corazón, a todo o nada: triple errado de Llull, falta sobre Mirotic en el rebote, triple que no entra de Suárez, captura de Llull y triple suyo a cinco segundo de la bocina para forzar la prórroga. ¡Canastón! Desde una esquinita y en movimiento, pero limpia. Una pérdida de Panko (dudosa) dio a Prigioni la oportunidad de sentenciar, pero marró el tiro. El argentino dio un clínic de pases y secó casi hasta el final a Baron. Dio igual; el Madrid atraparía el duelo en la prórroga, frente a un rival grogui, que aún le daba vueltas al triplazo de Llull. Tomic y Suárez ejecutaron: parcial de 2-12 en el tiempo extra.
Antes, vimos los vaivenes blancos de costumbre, con problemas en el ataque estático (con 25-36, cinco minutos sin anotar), aunque con más puntería en los triples (11 de 26) y con más asistencias (23). Síntoma de una mayor comunión, de un esfuerzo por ser más solidarios. Fue el segundo triunfo de la etapa Molin, aunque en la prórroga y ante un Lagun Aro que acumula diez derrotas en los últimos doce partidos.