Pese a que el club valenciano ya es un clásico de la ACB, nunca se ha enfrentado al Real Madrid en la Copa. Duelo inédito. El equipo blanco persigue hoy su quinta final en las últimas once temporadas, el penúltimo paso de una carrera agónica por recuperar el trofeo copero 18 años después.

Enfrente, un Power Electronics (tres finales, un triunfo) con chance, tanta, que, en la encuesta entre los diez entrenadores ACB que se quedaron fuera del torneo, aparece en la final por delante del Madrid. Messina­ se toma la falta de confianza de sus colegas por el lado positivo: "Está bien porque así llegamos a un partido donde tendremos el mismo nivel de presión que el rival". Y añade cuando le preguntan por el gran momento de Claver: "Le respeto, pero confío en mi equipo y en mis jugadores. Yo nunca dije que nuestro lado del cuadro fuera más fácil; aunque si por mí fuera jugaría ante un equipo de cuarta división".

El Power es un bloque con músculo y talla, que busca a sus pívots al poste bajo, en posiciones más estáticas que el Gran Canaria, lo que quizá le venga mejor al Madrid, que también dispone de arsenal (Suárez y Velickovic) para batallar con Claver (32 de valoración ante el Valladolid).

"En esta competición cualquiera puede ganar a otro, incluso aunque estuvieran Los Angeles Lakers", sentencia el taronja Savanovic.