Carlos Suárez lleva al Real Madrid a la final de la Copa

El Real Madrid de Ettore Messina logró el pase para la final de la Copa del Rey de baloncesto tras derrotar en la primera semifinal al Power Electronics Valencia por 69-59. Los de Pesic fueron por delante en el marcador durante los tres primeros cuartos llegando a disfrutar de ventajas de hasta 13 puntos, pero la reacción blanca en el tramo final les dejó en la cuneta. De este modo, el Madrid disputará su quinta final de los últimos once años, en la que intentará recuperar el trofeo tras 18 temporadas de sequía. Carlos Suárez fue el mejor hombre del Real Madrid con 16 puntos, tres menos que el máximo anotador del partido, Rafa Martínez.

El comienzo del partido estuvo marcado por el pobre bagaje anotador del Real Madrid, que sumó un solo punto en los tres primeros minutos. Así, se antojaba fácil que el Power Electronics se distanciara en el marcador aprovechando la pájara de su rival, pero la notable presencia de los hombres de Messina bajo el aro impidió que los valencianos dieran un importante paso de cara a sus posibilidades de acceder a la final. Mediado el primer cuarto, el conjunto madrileño comenzó a desperezarse y logró meterse en el partido. A falta de tres minutos para la conclusión del primer cuarto, y con 7-10 en el electrónico, llegó el primer tiempo muerto de un partido desconcertante hasta ese momento por el bajo porcentaje de acierto por parte de ambos equipos, más producto de la buena actuación de las defensas que de los fallos en ataque. Rafa Martínez con cuatro puntos y Velickovic con tres rebotes fueron los dos hombres más destacados de un primer cuarto que finalizó con 11-14.

Con la idea fija de romper la fortaleza defensiva del equipo rival comenzaron el segundo cuarto ambos conjuntos. Precisamente en eso, en la defensa, se basó el Power Electronics para despegarse en el marcador con la máxima ventaja hasta eso momento (13-21) por medio de varias recuperaciones de balón que llegaron a desesperar a algunos jugadores rivales como Prigioni, al que se le señaló una falta técnica por protestar de forma enérgica una decisión arbitral. Los valencianos ganaban la batalla a un Real Madrid farragoso que se mostraba espeso en sus acciones ofensivas. Tras el segundo tiempo muerto, solicitado por Messina, los jugadores blancos fueron acortando distancias en un arreón que les permitió llegar a empatar (21-21) con un parcial de 8-0 logrado a base acierto en el tiro y una mayor intensidad atrás. Los de Pesic dejaron claro que iban a por todas y que sabían lo que estaban haciendo despegándose de nuevo (27-35) antes de la llegada del descanso. Rafa Martínez figuraba como máximo anotador con 12 puntos tras los primeros veinte minutos. Tomic, Velickovic y Javtokas destacaban bajo el aro con tres rebotes cada uno.

Tras el intermedio, el Power Electronics volvió a dar otro paso de gigante en su intento de llegar a la final logrando su máxima diferencia del partido 27-40. De este modo, el tercer cuarto se antojaba más que decisivo de cara a conocer el primer finalista de la Copa del Rey. Los madridistas volvieron a funcionar como lo han hecho en varios de sus últimos partidos, a base de estímulos. Sólo reaccionaban cuando se veían por debajo en el marcador y con peligro de quedar en la cuneta. En el ecuador del tercer cuarto seguía habiendo partido (36-40) tras una nueva reacción madrileña que volvió a frenar la hemorragia de puntos. Con los dos equipos empeñados en hacer la goma de forma continua se terminó el tercer cuarto (46-48) de un partido muy físico y que se vio abocado a decidirse en el cuarto y definitivo asalto. Nadie consiguió desbancar a Rafa Martínez como máximo anotador del partido con 15 puntos.

El Real Madrid se colocó por primera vez con ventaja en el marcador en el comienzo de los diez últimos minutos de partido (49-48). En el momento menos oportuno el Power Electronics se vio inmerso en una crisis anotadora que permitió la máxima diferencia favorable a su rival (55-52) a poco más de cinco minutos para la conclusión. Pesic decidió templar los nervios de sus jugadores por medio de un tiempo muerto que sirviera para reogarnizar las ideas tanto en defensa como en las acciones de ataque. Las pérdidas de balón, el acierto del rival y la pájara bajo los aros tuvieron como consecuencia tan sólo seis puntos anotados por parte del conjunto valenciano en seis minutos y medio. Esta crisis sufrida por los de Pesic en uno de los momentos claves del partido acabó con las esperanzas valencianas y tendió una alfombra al Real Madrid hacia su quinta final en los últimos once años (69-59). Carlos Suárez fue el mejor hombre del Real Madrid con 16 puntos, tres menos que el máximo anotador del partido, Rafa Martínez.