euroliga | real madrid 89 - efes pilsen 86
La Caja Mágica resiste
Sufrido y épico triunfo del Real Madrid que forzó la prórroga con tres tiros libres de Sergio. El canario, Mirotic, Fischer, Prigioni y Tucker, el quinteto del triunfo. Los cuartos de final, a tiro.
Una cosa hay que reconocerle al Real Madrid: en este Top 16 está sacando adelante los partidos que en anteriores temporadas se le engangrenaban de forma dramática. En Siena remontó uno (casi literalmente) imposible y ante Efes ganó otro que tuvo (casi literalmente) perdido. De un posible 1-2 y los cuartos en el alambre a un 3-0 que aporta optimismo (Copa a la vista), curte la piel y deja los cuartos amasados y con el primer puesto de grupo pendiente de una dentellada en Turquía. El primer puesto o esa quimera que ha perseguido el Real Madrid en las últimas temporadas. El primer puesto o la ventaja de campo en cuartos: el camino a la Final Four cuesta abajo.
La victoria del Real Madrid se explica desde la practicidad de Messina y desde la extraña morfología de un equipo en el casi nunca están todos pero en el que casi siempre hay héroes, ocasionales o habituales. Con eso y entre subidas y bajadas el Real Madrid ganó extenuado pero entero (y en la prórroga) a un buen equipo de baloncesto: bien dirigido, veterano, equilibrado, con recursos. Un equipo que tuvo el partido ganado al menos un par de veces y lo perdió en un thriller masivo. Primero la película, luego los hechos detrás de ella en la noche en la que la Caja Mágica demostró que empieza a haber cierta mística en su paradójica, por criticada, invulnerabilidad.
La película: Efes Pilsen comparece al galope de Rakocevic y Bootsy Thornton y raja un 0-14 ante la sorpresa de un Real Madrid (2-14) que no anotó en más de medio cuarto. Después el equipo local equilibró (18-19, primer cuarto) y a partir de ahí comenzó un partido difícil de leer en el que a ritmo de paciencia y veteranía, Efes resistió a cada golpe de efecto del Real Madrid. A la máxima del Madrid hasta la prórroga (26-23) respondió el equipo de Perasovic en un dulce segundo cuarto de 27 puntos (40-46). A una reacción amparada en Tucker y Fischer contestó otra vez un rival que primero hizo la goma y luego asestó un golpe casi definitivo entre el tercer y el último cuarto. Con 70-76 y poco más de tres minutos, el Madrid reaccionó (76-76), Gonlum anotó un triple (76-79) y el último ataque incluyó dos triples fallados por el Real Madrid y un tercero cortado en falta: tres tiros libres para Sergio, sangre fría y prórroga que el Real Madrid gobernó (86-81) y que finalmente pudo perder tras unos pésimos últimos ataques. Tunceri se tragó el balón decisivo con 87-86 y la victoria se quedó, uf, en la Caja Mágica.
Messina elige su guardia pretoriana
Efes Pilsen es, insisto, un buen equipo de baloncesto. Quien no lo supiera antes de este partido, ya lo sabe. Y en casa multiplica su eficiencia: aviso para navegantes porque el average queda en el aire. Tiene años y clase, muchas batallas encima. Fueron apareciendo Tunceri, Rakocevic, Gonlum, Roberts o el ex NBA Murray. Con todo, el equipo es mucho más equipo cuando Vujcic tiene gasolina. La exhibición del croata en la primera parte fue antológica con su juego de pies y su lectura del baloncesto desde el poste alto. Efes ganó el rebote, repartió más asistencias y, eso sí, perdió muchos más balones. Tuvo el partido en el bolsillo a dos segundos y antes de esa falta de tiro a Sergio cuando al Madrid no le quedaba ni cabeza ya que perder: otro aviso para navegantes ante el próximo partido, que marcará la frontera del liderato de grupo.
La lectura para el Real Madrid, épica y optimismo al margen, es otra vez confusa. Alegremente confusa esta vez. Es un equipo en el que el recién fichado no juega (Begic: minuto y medio), Velickovic está desterrado y Tomic cada vez carga antes la paciencia de Messina (-2 de valoración, apenas diez minutos en cancha) por sus fallos en ataque y su transparencia defensiva. A eso hay que sumarle que Vidal tampoco jugó y que los peores minutos del Real Madrid coincidieron con la presencia en pista de Felipe (3 puntos, 1 de valoración) y Llull (2 y -4). Con todo eso el Real Madrid ganó porque apareció Fischer, apareció Mirotic, apareció Tucker en el tercer cuarto, apareció Prigioni en todo el segundo tiempo y la prórroga y apareció Sergio Rodríguez, que levantó al equipo en el primer cuarto a base de asistencias y lo ganó después con los tiros libres hacia la prórroga pero también con penetraciones en momentos de urgencia y, todavía más importante y sorprendente, seguridad exterior (2/3 en triples).
Sergio terminó con 13 puntos, 7 asistencias y 20 de valoración. Tucker con 19 puntos pese a un final mucho más espeso y de peor lectura. Mirotic sumó un 12+5 con producción en los momentos de máxima tensión y Prigioni se fue hasta los 17 puntos y 23 de valoración con triples y robos milagrosos. Y eso nos lleva a la practicidad de un Messina que llegado el momento de la verdad sentó a Tomic, Felipe, Llull y un gris Suárez y se la jugó con un quinteto atípico: Prigioni, Sergio, Tucker, Mirotic y un Fischer gigante que invirtió solo la guerra de los aros: 15 puntos, 12 rebotes, 3 tapones. Messina se limitó a escoger a los cinco que estaban respondiendo y juntarlos en cancha. Ellos hicieron el resto con un toque de fortuna, un par de sufrimiento y unos cuantos de audacia, resistencia y capacidad física y mental.
Todo hubiera sido distinto si Sergio hubiera fallado uno de esos tres tiros libres. Tan cierto como que el deporte es así y que Efes se disparó en el pie en esa última defensa, en los ataques anteriores cuando tenía gobernado el partido y en la prórroga. Efes perdió un gran partido, el Real Madrid ganó un gran partido en el que los dos equipos hicieron un montón de cosas bien y unas cuantas muy mal. Ganó el Real Madrid, perdió Efes y la próxima cita es en Turquía. De ahí, y de un average ahora en tres puntos, saldrá la pole position hacia el liderato de grupo.