ACB | Cajasol 75 - Real Madrid 89
Mirotic, Prigioni y Tucker marcan la diferencia
Con 67-67 y el Cajasol creyéndoselo, el Madrid jugó unos magníficos últimos seis minutos. Mirotic, ya imprescindible, Tucker y Prigioni firmaron su mejor partido de blanco. Messina puso a Llull de base y a Velickovic de pívot por las bajas. Tomic falló en la defensa de un gran Paul Davis.
A seis minutos para el final, el Cajasol cazaba al Madrid: 67-67 y tiempo muerto. Joan Plaza enardecía los ánimos de su equipo: "Es nuestro momento", gritaba. Y lo era, al menos hasta que el Madrid cerró el partido a lo grande con un parcial de 1-10. Golpe en la mesa y segunda plaza amarrada al final de la primera fase, por lo que será cabeza de serie en el sorteo copero del lunes. O lo que es lo mismo, al Barça sólo le vería en la final.
Pero eso será otro día. Vayamos al partido, donde Prigioni , Tucker y Mirotic firmaron su mejor actuación con la camiseta blanca, quizá el base argentino las haya tenido superiores, pero no en números. Excelso en el lanzamiento (4/5 en triples), llevaba 12 puntos en sus ocho primeros minutos en pista, lo que daba al Madrid una cómoda renta: 20-30. Tucker, por su parte, empezó sufriendo atrás en el emparejamiento del morbo ante Bullock, pero ese duelo lo ganó Messina porque Tucker le dio la razón. Muy pocos jugadores poseen el talento de Sweet Lou, pero, camino de los 35 años y con sólo 1,85 de estatura, el físico le lastra demasiado para actuar de escolta ante los mejores. En cambio, Tucker, casi por primera vez, respondió a lo que se buscaba cuando se le ficho. Puntos y más puntos. Hasta 26 (5/7 de tres) y 4 asistencias. La tercera punta del tridente base-alero-pívot fue Mirotic, que ha pasado en un mes de joven promesa a imprescindible.
El estímulo que le queda a muchos merengues para no arrojar la toalla tras la última paliza azulgrana. Le ha cogido el punto a Prigioni, se entiende con el de Río Tercero como ningún otro pívot del equipo, y hay quien sueña ya con ver una reedición de los dúos que formó el base con Scola y Splitter. De momento, dejamos las campanas quietas, que ya habrá tiempo de que vuelen.
Cambio de guión.
Y el Madrid cerró el partido con Llull de base (salió de director titular), con Tucker y Suárez de aleros y Velickovic y Mirotic de pívots. Un cambio en el libreto de Messina, en parte por las bajas de Garbajosa y Reyes (sólo jugó tres minutos), pero quizá también por convicción, por el hundimiento de Sergio Rodríguez y el de Ante Tomic. El croata aprobó en ataque, pero atrás naufragó hasta el extremo, convirtiendo a Paul Davis en el mejor pívot del momento. Y no es para tanto, pese a su brega de marine. El Cajasol se queda sin Copa y al Madrid le faltan piezas del rompecabezas.