Euroliga | Bamberg 82-Real Madrid 75
El Madrid pierde ante un colista por tercera vez
Después de caer ante el Meridiano y el Charleroi, los de Messina volvían a medirse al último clasificado. Y repitieron tropiezo. Esta vez, al menos, hubo amago de reacción. Derrota con pocas consecuencias porque el Madrid tiene en bandeja la segunda plaza tras el traspié del Unicaja.
No le den más vueltas, estaba escrito. Al Madrid le tocaba perder ayer en Alemania, y punto. Tan convencido andaba este cronista, que casi se anima a adelantar el trabajo antes de que empezara el partido. No lo hizo por vergüenza torera. ¿Por qué esa certeza? Simplemente era el día propicio para que el equipo blanco desconectara, con los focos en otro sitio, en Vitoria, donde el sábado defenderá el liderato ACB. Y, además, el rival arrancó en moto, muy motivado por regalarle a su afición el triunfo del adiós una vez eliminado.
Apuntamos también una manera de jugar que no les va a los de Messina, con pívots rápidos y móviles como Terry, la Bestia Hines y Suput (partidazo), con grandes tiradores (4 de 4 de Jacobsen en los triples), con mucha circulación de balón y bajitos jugones (Gavel y Roberts). Un equipo de sinergias, de juego inteligente, astuto. Lo que bien mirado tampoco dice mucho a favor de los blancos.
El Bamberg llegaba al encuentro como colista y eso es sagrado para el Madrid: colista que agarra, alegrón que le da. Hasta la fecha se ha cruzado tres veces con clubes que marchaban últimos (Meridiano, Charleroi y, ahora, Bamberg), y en las tres ocasiones se la pegó. En este Madrid hay evolución, sí; no nos desdecimos, pero uno no deja de ser el equipo de los vaivenes de un día para otro. El vicio del yoyó no es fácil de abandonar.
Reacción.
Al menos en esta ocasión vimos un conato de remontada. Con 15 abajo (62-47, minuto 29) el Madrid intentó agarrar al toro por los cuernos y se puso a cuatro: 69-65. Bien Garbajosa y espléndido D'or Fischer: 15 puntos, 14 rebotes y 3 tapones (como siempre se dejaron alguno en el tintero). Pero los blancos fueron reincidentes en el naufragio del tiro: 4 de 22 de tres (18%). Enfrente, contraste radical, un Bamberg en estado de gracia: 11 de 20, seis en los últimos 15 minutos. Al Real le faltó sentido común. Más penetraciones, más balones al poste y menos tiros por si sonaba la flauta. Se desangró.