El Caja Laboral no supo sobreponerse a la presión del Partizan de Belgrado en su caldera del Pionir y encajó la tercera derrota consecutiva en Euroliga , 74-71, que complica su camino hacia la segunda fase.
Los vitorianos se desmoronaron en los cinco minutos finales cuando perdieron por faltas a Stanko Barac y pasaron de dominar por once puntos, 58-69, a terminar perdiendo por cuatro puntos después de anotar sólo dos tiros libres en la recta final, no anotar ninguna canasta y recibir dieciséis puntos.
El Caja Laboral comenzó serio para sobreponerse al infierno del Pionir y fiando su anotación al acierto de Barac, once puntos, y San Emeterio, ocho, que fueron la referencia de los vitorianos para llegar al final del primer cuarto con una máxima renta de siete puntos, 18-25.
Las defensas se apretaron en el segundo y el Baskonia comenzó a sufrir en el Pionir mientras el marcador se ajustó. Un triple de Gist puso en ventaja al Partizan (34-33, en el minuto diecisiete) y la tercera falta de Barac permitió el anecdótico estreno de Dejan Musli en Euroliga, un minuto antes del descanso, al que se llegó con la máxima ventaja serbia, 42-38.
Los problemas de faltas en los puestos interiores obligaron a Ivanovic a recurrir a cuatro bajitos al inicio del segundo tiempo, cuando el Partizan amagó con marcharse. La táctica le resultó al montenegrino porque evitó la escapada de los serbios y preservó a sus hombres grandes de nuevas faltas para el final del partido.
Con empate a 56 empezó el cuarto final y Caja Laboral dispuso a sus mejores hombres en pista. Un parcial de 0-11 y una gran defensa que impidió anotar a Partizan durante cinco minutos disparó a los vitorianos en el marcador, 56-67. Lafayette rompió la sequía serbia con dos tiros libres y el Partizan necesitó cinco minutos y medio para convertir su primera canasta en juego y volver a meterse en el partido.
La eliminación por personales de Barac descompuso al Baskonia y colapsó el ataque vitoriano para recibir otro parcial de 11-0 y entrar en los cuarenta segundos finales a remolque en el marcador, 70-69.
San Emeterio cometió pasos y entregó el balón a Partizan a falta de 21 segundos y los serbios estuvieron más certeros desde el tiro libre, a pesar de tener un desesperado triple final de Bjelica para forzar la prórroga.
