Se las prometía muy felices el Caja Laboral a falta de siete minutos para la conclusión del partido cuando ganaba por diez puntos (59-49). Pero en ese momento surgió la figura de Holden quien, con doce puntos, provocó un parcial de 5-15, que dejó el encuentro empatado (64-64, min. 36). A partir de ahí, el Baskonia tuvo muy poca fluidez en ataque y tampoco respondió como lo había hecho hasta entonces en el partido.

El primer cuarto fue claramente ruso (11-22), con un magnífico Langdon que firmó diez puntos. El segundo, sin embargo, tuvo claro color vitoriano ya que el Caja Laboral sacó los colores en defensa a sus rivales. El parcial de 27-8 lo dice todo.

En la tercera entrega, el Baskonia ya comenzó a tener problemas cuando atacaba y sólo Fernando San Emeterio, con sus prodigiosos triples, desatascaba la situación. No habrá quinto partido en Moscú, pero el público vitoriano despidió con una sonora ovación a un equipo que, por lo menos, en Vitoria sí compitió.