El Madrid cierra la gira catalana con otro éxito

El Madrid completó su gira por Cataluña, al estilo NBA, con un nuevo triunfo y mejores sensaciones. Salió el lunes y regresó ayer mismo. Cinco días que se han saldado, tras la derrota del martes en el Palau, con una victoria para recuperar el amor propio en la Euroliga y con este éxito ACB ante la Penya­ de Pepu.

Lo de ayer en Badalona no era una tarea fácil, porque el foco andaba en otro sitio. Lo que de verdad importa llega el martes en Vistalegre. El resto, distracciones que no se pueden regatear y frente a las que el Madrid volvió a responder, como en Valencia hace dos jornadas. Mucha tensión y desgaste físico acumulado durante la semana, pero al equipo de Messina le han crecido estos días dos alitas en la espalda tras convencerse de que puede tumbar al Barça. Esas extensiones aladas no se ven. Son las que portan los equipos ambiciosos que se saben fuertes, con confianza, pegada y recursos.

El pasado domingo les contábamos que con el aterrizaje de Ante Tomic el juego blanco había cambiado, lo que multiplicaba el efecto pretemporada, la sensación de que el bloque estaba por formar. ¿Y ahora? Es lo que tienen los retos mayúsculos, que, si los superas, te convalidan horas de prácticas. Tomic dio un paso al frente en el Blaugrana y la plantilla con él. El croata está por hacer (defensa, rebote...), el problema para el rival es que la calidad siempre se abre camino. A él le sobra, mide además 2,17 m y siempre ha contado con la confianza de Messina.

Precisamente el técnico no quiso dar ventajas de salida y repitió quinteto titular (bien Garbajosa). Al Joventut le intimidó el adversario y con la primera canasta del segundo cuarto se veía perdido: 12-24. Una zona y un parcial de 13-2 con Tucker de ejecutor estrechaban el marcador: 25-26. El Madrid fallaba tres triples seguidos, los que luego metería, y aparecía Tripkovic. Sin embargo, no daba impresión de perder el rumbo. Con 54-53 en el último cuarto Prigioni mantenía el control total y su equipo clavó seis triples (dos del base y otros dos de Bullock) para sentenciar. El argentino se entiende con Tomic y los pases del croata le permiten lanzar cómodo de tres. En el limbo queda la racha de Bogdanovic (6/8 en triples). Héroe sin premio ante un enemigo que venía de otra guerra y vuelve ya a ella.