Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Baloncesto | Euroliga | Prokom 82 - Madrid 76

El Madrid naufraga tras perder 20 balones

Segunda derrota en la Euroliga, tercera de la temporada si se cuenta la Supercopa. Los de Messina ofrecieron en Polonia una imagen distinta a la acostumbrada. Qyntel Woods y los contraataques fáciles del Asseco Prokom hundieron a los blancos.

<b>UNA PÉRDIDA TRAS OTRA. </b>Ewing, ayudado por la presión de Logan, roba el balón a Sergio Llull.
UNA PÉRDIDA TRAS OTRA. Ewing, ayudado por la presión de Logan, roba el balón a Sergio Llull.getty

Por más que Messina pida, apriete y exija, hay días que el cuerpo, la mente, no dan más de sí. Lo vimos ayer en el Madrid, hasta ahora a la cabeza de Europa, y que naufragó con todo el boato en Polonia. Fue un reencuentro amargo de los chicos de oro, de Reyes, Garbajosa­ y Llull, con el país que les coronó en el Eurobasket. Esta vez regresaron de bajón. Segunda derrota en la Euroliga.

Vimos a un Madrid distinto. A un equipo que tiró mejor de tres que el Asseco Prokom, también superior desde la personal, que reboteó más, incluso en ataque, que dio más asistencias, que recibió más faltas; pero que cayó porque jugó horrorosamente. Sin concentración, sin mando ni gobierno. Desordenado. Los entrenadores suelen repetir que se ganan los partidos desde la defensa y así lo haría el Prokom. Esta vez el Real claudicó desde el ataque. Y lo hizo perdiendo 20 balones que acabaron en contraataques fáciles. El rival anotó 29 canastas de dos puntos con un 62% de acierto. Una barbaridad. Precisamente extraviar pocas pelotas ha sido un punto capital en el espectacular arranque blanco. Ayer ese dato tumbó solito a todos los demás números del partido.

De salida el Madrid ya viajaba a remolque: 21-12. Messina insistió en utilizar en el quinteto a Velickovic de alero junto a Garbajosa y Reyes. El mercado es raquítico y hay que probar soluciones si Dasic no juega. Los tres grandes han funcionado antes y lo harán en el futuro. ¿Bastará? Eso queda por ver. Imagino que Messina pensaría en la previa en Qyntel Woods. Le sirvió de poco. Como en Madrid, estuvo demoledor. Los triples de Hansen y el despegar de Reyes, ya con ritmo alto, parecían que podrían con las lagunas (53-60). No. Pesaron más el bloqueo mental, las pérdidas. En Santiago piensan ya que el Xacobeo pagará el domingo los platos rotos.