El equipo revelación en varias de las últimas temporadas, el Fuenlabrada (ahora Ayuda en acción), vuelve a ser la sensación de la ACB. Tres triunfos seguidos en su mejor arranque de siempre. Con el increíble añadido de que suma todos los galardones individuales de mejor jugador de la jornada: el pívot Esteban Batista, el escolta Gerald­ Fitch y, en la última, el base Chris Thomas. Una proeza para el tercer club con el presupuesto más bajo (3,7 millones).

La hazaña del Fuenla cobra más valor porque ha variado la plantilla de arriba a abajo. Algunos se han retirado y otros volaron a clubes más ricos; la realidad es que sólo dos repiten (Sandes y Mainoldi). También lo hace el técnico, Luis Guil, pieza clave, asistido por Chus Mateo, oro junto a Scariolo. "Es duro empezar otra vez de cero, con un equipo nuevo, pero ojalá nos pase lo mismo en junio, querrá decir que tuvimos éxito -explica Guil-. Nuestra estrategia es arrancar muy fuerte, coger inercia... De momento va mejor de lo esperado. Es clave mentalizar al grupo para que compita al máximo ante cualquier rival". Y destaca "la agilidad del club para hacer los fichajes".

En ese terreno pantanoso nos instruye el presidente, José Quintana: "Ya nos hemos reunido (Ferrán López, Jiménez, el técnico...) para cerrar una lista de futuro de 20 jugadores. La diferencia con otros es que no dejamos la confección de la plantilla a los agentes, aunque sí aceptamos que tanto ellos como los jugadores participen en un posterior traspaso. Es una manera de incentivar a algunos que apuntan alto para que acepten crecer aquí". Por ventas han ingresado más de 2,5 millones. El próximo puede ser Batista, que firmó por tres años, aunque huele a club de Euroliga.

Quintana recuerda las enseñanzas del maestro Ramón Fernández y a una lista de estrellas que pasaron por Fuenlabrada: Prigioni, Calderón, Perasovic, Herrmann, Huffman... Tampoco se olvida de cómo se les escapó en su día Manu Ginóbili por escasos 50.000 dólares.