Blancos de Rueda saborea su primera victoria en su retorno a la ACB

El conjunto vallisoletano comenzó mandando en el electrónico en parte gracias a una gran aplicación y viveza en el rebote, el tino desde el perímetro del norteamericano Brian Chase y la contundencia en el juego interior de su compatriota Barnes.

La defensa gallega estaba adormilada, mientras que, en campo contrario, únicamente aguantaba el empuje local merced a los triples de un enchufado Vasileiadis, dejando así la diferencia entre uno y otro en no más de ocho puntos al final del primer cuarto (25-17).

En el inicio del segundo, el Xacobeo Blu:Sens despertó, como así evidenció, hasta reducir la ventaja local hasta los dos puntos de distancia (32-30). Un parcial labrado en una mayor capacidad de anotación bajo el aro.

El bloque vallisoletano estaba realizando más concesiones en defensa que en el primer cuarto, aunque, en ataque, mantenía un ritmo implacable basado en un alto porcentaje de acierto desde la línea exterior de varios de sus hombres (67%) y la facilidad que encontró Baez, portentoso también en el rebote, para penetrar la defensa al hombre gallega.

Factores que terminaron por desanimar a un Xacobeo Blus:Sens que en los últimos compases del segundo cuarto no supo cómo contrarrestar el "ciclón" vallisoletano que, al descanso, logró su máxima renta (44-34).

Una diferencia que en la reanudación se fue incrementando poco a poco a medida que a Vasileiadis se le apagaba la luz que guiaba a todo el equipo y la claridad en la zona se difuminaba para frustración de un desdibujado Jackson.

De este modo, el Blancos de Rueda Valladolid siguió hurgando en la herida. Barnes, Baez y Chase, apoyados en una encomiable labor defensiva, desangraban lentamente al equipo gallego que, a la conclusión del tercer cuarto, ya veía insalvable los 20 puntos de distancia entre uno y otro (65-45).

No obstante, el equipo gallego apeló a la casta en el cuarto y definitivo período para rebajar la diferencia hasta los 12 puntos hacia la mitad del mismo. Y es que, el bloque local exhibió síntomas de relajación que se tradujeron en múltiples imprecisiones y pérdidas en ataque, al mismo tiempo que perdió en parte la intensidad defensiva.

El último cuarto de los vallisoletanos estaba siendo penoso y, lo que parecía una victoria clara y contundente, se convirtió en incertidumbre para el último minuto, con únicamente ocho puntos de ventaja. Pero la "machada" no se produjo y Blancos de Rueda Valladolid logró su primera victoria de la temporada tras el "exilio" en LEB Oro.