NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Baloncesto | Amistoso | Real Madrid 87 - Utah Jazz 109

Los Jazz hacen sangre de un Madrid tocado

Volvió Lavrinovic, pero nadie discutió la superioridad física de Utah

<b>A LA ALTURA. </b>El Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid vivió un extraordinario ambiente para el Real Madrid-Utah, una de las escalas del NBA Europe Live Tour.
A LA ALTURA. El Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid vivió un extraordinario ambiente para el Real Madrid-Utah, una de las escalas del NBA Europe Live Tour.

La justificación de las lesiones, la falta de pívots, que la ACB empezara en dos días, le sirvió al Madrid para salirse del partido en la primera escapatoria, como en una autopista. Volvió Lavrinovic. Se adelantó a lo adelantado y jugó ya ante los Jazz. Dos tapones de vértigo y muchos fallos, lejos de su mejor tono tras la lesión. Sumó como medio pívot y sin Reyes ni Van den Spiegel, más la falta de instinto asesino, los blancos desenrollaron la alfombra roja a la NBA.

El paseo de Utah fue de homenaje, como si fueran los Celtics del 88 otra vez en el Palacio, pero sin serlo, claro. Sumando al contraataque, después de rebote ofensivo, ante un Madrid incapaz de competir en físico, centímetros y velocidad. Y menos con Cheikh Samb en cancha. Atrás echa una mano, intimida; en ataque extravía muchos balones. También Velickovic cojeó frente al poderío americano, el de Paul Millsap, una ala-pívot que apenas supera los dos metros, aunque más fuerte y rápido que cualquiera. Como muestra, un botón, sus 18 puntos al descanso, siempre batiendo a su par, ganando las segundas acciones, corriendo más que los otros.

Estos Jazz son mejores que los Raptors y los Grizzlies de 2007, aunque el Madrid se pareció más al Estudiantes de entonces, también barrido. Se alejó de la fiesta de otros duelos, no alcanzó un listón que entre clubes y Selección andaba muy alto. El triunfo ni se soñó (tres ventajas de un punto en el primer cuarto). Messina optó por apurar la pretemporada. Muchas rotaciones, minutos para De Miguel (el veterano del filial) y una nueva bronca a Dasic por soltar un bandeja sin energía.

Sólo exteriores.

Sólo los exteriores (Bullock, Kaukenas, Bullock y Hansen) le pusieron algo de chispa, pero la línea de tres, un metro más lejos, se lo complicó todo. No era la noche, tampoco la de Prigioni. Se hizo daño en un pie y tras cuatro minutos no volvió a salir. Con él o sin él, Deron Williams campó a sus anchas. Después de un 0-12 en el segundo cuarto (34-49) no había duelo, y sin aspirar a la victoria, la gente ya no disfruta igual. Han pasado 21 años desde Larry Bird y esto es otra cosa.