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La lesión de Vujcic alienta la remontada del Madrid
Reyes y Bullock, pilares blancos para forzar el quinto partido
Si al sancionado Schortsanitis se le conoce como Baby Shaq por su voluminoso cuerpo, a Nikola Vujcic se le debería llamar Pequeño Sabas por su enorme talento. Él y Papalukas son los únicos capaces de marcar diferencias de verdad con el Madrid, por calidad y cabeza. El griego es un base a la antigua usanza, aunque de dos metros; y el pívot croata, un organizador nato, pero desde el poste bajo, algo poco común. La noticia es que está lesionado.
Giannakis asegura que jugará, pero que si no lo hiciera cuenta con una plantilla amplia. Lo primero no sabemos si es verdad, lo segundo lo dice sin creérselo. Da igual que tenga a 14 hombres en Madrid (pinta que Pelekanos se quedará otra vez fuera), ninguno se parece al croata. Insustituible. Ha recaído de una lesión en la cadera que arrastra desde hace dos semanas y, dados sus antecedentes, se han encendido las alarmas en el equipo griego. El martes jugó poco e infiltrado. Ayer se sometió a tratamiento y, en principio, se vestirá de corto y forzará para ayudar. ¿Cuánto tiempo y en qué condiciones? Esa es la incógnita, la que da al Madrid otro motivo para agarrarse a la remontada, para igualar la serie y mandar el playoff a Atenas, donde los nervios anudarían la garganta del Olympiacos.
Eso es mucho correr, porque hoy los de Plaza deben ganar el cuarto encuentro en Vistalegre. Y los peligros para el Madrid son infinitos. Los hay ajenos: Burusis demostró a la tercera su potencial entre mamporros, un malencarado con clase que relevó a Vujcic. Se recrudece la batalla. El martes Greer las falló casi todas (3/11) y Papalukas perdió seis balones. Difícil que se repita, tan difícil como el que El Dragón consienta la laxitud de entonces. Y los hay propios: a estas alturas Bullock y Reyes andan en ebullición, aunque a punto de fundirse. Anotan el 52% de los puntos. Nadie acude al quite, nadie anota de tres. Tras dos triples de Bullock hace dos días en 63 segundos, los blancos se pasaron 39 minutos sin conseguir otro (0/17). Mil condicionantes y las mismas incógnitas... Pronto salimos de dudas.