El Madrid nunca falló en Europa

La historia europea del Real Madrid está llena de remontadas históricas, de noches mágicas como la de ayer. Trece títulos en 48 torneos continentales disputados. Éxitos que han forjado la leyenda del club blanco. Nos vienen a la memoria los 62 puntos de Drazen Petrovic ante Óscar Schmidt en 1989, en la mayor exhibición ofensiva jamás vista en una final; el robo mágico de Ricky Brown a Fassulas en 1992; aquella ocasión (1988) en la que Fernando Romay, en el Palacio, y Juanito Corbalán, en Zagreb, tumbaron por primera y última vez al genio de Sibenik antes de vestir de blanco; la sangre fría de Brian Jackson para neutralizar al Simac de Milán con dos tiros libres y el reloj casi a cero en 1984

Gestas que muchos aún recuerdan, todas con algo en común: no se escribieron en la antigua Copa de Europa, ni en la moderna Euroliga. Cada una es parte de la historia de la Recopa, la Korac o la Saporta. Competiciones menores, sí, como esta ULEB, pero que también han hecho grande al Madrid. Ayer, sin ir más lejos, volvimos a ver a Fernando Martín en una pista de baloncesto. Llevaba el nueve y se hacía llamar Felipe Reyes. Algunos dicen que "hay que ganar este torneo para disputar la Euroliga". Se equivocan, el título es el premio en sí, lo que queda en la retina de los aficionados. Y el Madrid nunca falló en estas competiciones europeas: diez participaciones, diez finales.