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Joan Plaza

"Dicen de mí que hago defender a las piedras"

BALONCESTO. Joan Plaza lidera el proyecto de Ramón Calderón para llevar al Real Madrid a la élite. AS reunió al técnico blanco y a los responsables de la sección de baloncesto. El basket se coló hasta la cocina del Asador Frontón.

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Joan Plaza
chema díaz

La gente me pregunta en la calle, ¿pero quién es Joan Plaza?

Pues un hombre de 43 años que se ha pasado 29 entrenando al baloncesto. Empecé jugando, como todos, pero con 14 añitos lo dejé porque debía ser bastante petardo.

Dicen de usted que es un loco de este invento.

Hombre, si eso es quedarse hasta las tres de la madrugada dándole vueltas, repasando libros y analizando nuevas tácticas sobre el basket, pues sí. Pero gracias a esa obsesión hace diez años empecé a escribir de madrugada novelas que no tenían nada que ver con esto, para desintoxicarme. El año pasado me publicaron la primera, Las mantas de Angelica, y tengo cuatro más guardadas en un cajón que quizás saque a la luz.

¿Y escribirá algún día una novela que se llame La alargada sombra de Maljkovic? Usted fue su segundo y eso se lo van a recordar siempre

Ya, pero también podrán decir que fui el segundo de Manel Comas o de Aíto García Reneses. Aíto me llamó a las dos horas para felicitarme por mi nombramiento y Manel Comas casi me escribe un poema en un sms.

¿Y no le ha llamado Boza?

(...) No, no me ha llamado. Pero seré yo quien lo llame, no tengo problema en hacerlo. Yo le fui siempre leal y claro que me hubiera gustado que me telefoneara. Pero no soy orgulloso, ya lo haré yo. Yo le ayudé en Unicaja para el All Star de Málaga y acepté su forma de trabajar, aunque no comulgase con algunas cosas de su comportamiento. Pero no me da miedo que me comparen. Yo he conocido a Maljkovic cuerpo a cuerpo y es un ser humano que, como todos, acierta y se equivoca.

¿Y por qué acabó con la plantilla totalmente enfrentada y la afición hastiada?

Quizás a Boza le faltó más autocrítica

¿Por qué se la jugaba siempre Bullock? Metía muy pocas en el último segundo.

No es culpa de Louis. Todo estaba dispuesto para que la última la tirara él, los rivales lo sabían y él tenía presión extra. Es un jugador fantástico y muy aprovechable. Lo malo es que el equipo giraba en exceso sobre él y eso es propio de equipos pequeños. No volverá a suceder.

¿Se arrepiente de que se haya ido Rakocevic?

En absoluto, para mi esquema de equipo no era un jugador necesario.

¿Y Carlos Jiménez?

Es completísimo y un profesional de los que nunca te falla, pero yo soy un positivista y sé que con Mumbrú, al que he entrenado mucho tiempo, acertamos. Es más jugador que en su anterior etapa en el Madrid.

Raúl López. Segundas partes no siempre son buenas.

Me criticarán por esta apuesta, pero sé que juego sobre seguro. Como a Mumbrú, entrené a Raúl cuando era mucho más joven. Su etapa NBA le puso los pies en el suelo. Ahora intentará demostrar que es un base con talante para liderar al Madrid.

Dicen que es usted un obsesivo del juego defensivo.

Fíjese que han llegado a decir de mí que hago defender hasta a las piedras. Digamos que sí soy muy exigente, porque los entrenamientos para mí son como partidos. Si el jugador está metido en faena todos los días no seré yo el que luego salga en la tele el día de partido haciendo gestos. No me gusta corregir a un jugador en público o parecer que le dices lo que debe hacer como si fuera un autómata.

¿Se siente usted un plato de cuarta mano?

En absoluto, porque el club siempre ha ido de frente conmigo. Es más, ayudé todo lo que pude para que viniera Aíto. Cuando se torció, él me dijo que junto a Herreros y Martín hacía tiempo que no hablaba con alguien del Madrid "en el que sólo se utilizase el lenguaje del baloncesto". Con Repesa igual. Sobre él recabé informes para traerlo. Eran apuestas más seguras, pero conmigo nadie se va a arrepentir.

Pero insisto. Nunca ha sido cabeza de león en la élite. Siempre fue el "segundo de"

Cierto, pero eso me ha hecho más fuerte. No olvide que con 14 años estaba en el Colegio Santísima Trinidad y tras entrenar a los chicos vi que el equipo de chicas, que eran muy malas, estaba abandonado a su suerte. Me puse con ellas y en cuatro meses ganaron un campeonato escolar. Llevar grupos humanos ha sido mi trabajo. Y del juego no prometo nada espectacular, pero al menos le aseguro que estaremos alejados del juego rancio y de pocos puntos. Quiero un baloncesto serio atrás y ofensivamente divertido.

¿Ve a Divac como su jefe directo?

El club dejó claro que su figura será importante en el proyecto del nuevo pabellón y el salto a un futuro en la NBA. Pero mis colaboradores en las oficinas son Martín y Herreros. Yo sólo funciono de parquet para adentro, el resto es cosa de ellos. Yo no soy nadie en las oficinas, pero con el silbato en el cuello soy el jefe y los jugadores lo saben.

Dígame un quinteto que pueda ilusionar a la gente.

López, Bullock, Mumbrú, Reyes y Hamilton.

Una curiosidad. Usted nació en Barcelona y su pasión por el basket coincidió con el Madrid triunfal de finales de los 70 e inicios de los 80.

No lo diga con rubor. A mí quien me insufló la pasión por el basket es gente como Emiliano, Buscató, Ferrándiz Me sabía los quintetos del Madrid de memoria, aunque yo viese al Joventut. Pero veía al Madrid en la tele en blanco y negro y me quedaba maravillado con aquel equipo que estaba ligas enteras sin perder. Fíjese, en una Copa del Rey saludé a Ferrándiz en un ascensor y le profesé mi admiración. Estar junto a él para mí era mucho más que el autógrafo de un ídolo de la música o el fútbol. No olvido que hace 30 o 40 años, el Madrid logró que ahora muchos podamos vivir del baloncesto.

Acabo. ¿Se imagina dentro de dos años en el banquillo del nuevo Pabellón Arena de Valdebebas?

Sería el mayor premio para una vida dedicada a este deporte. A mí hay gente con peor currículo que me estaba pasando por la derecha y por la izquierda. Yo era un estúpido romántico que se estaba quedando atrás. Gracias al Madrid, mis próximas novelas podrán esperar...