El Perfumerías Avenida de Salamanca demostró que se le da bien la Copa de la Reina tras lograr hoy en León su segundo título y disputar su tercera final consecutiva ante un Ros Casares que se diluyó en la segunda parte para acabar perdiendo por 67-60, una diferencia demasiado amplia dada la igualdad del choque.
El conjunto salmantino dio "la estocada" definitiva a su rival cuando peor parecían pintar las cosas tras la eliminación de la pívot estadounidense Kelly Schumaker, principal referencia en el juego interior del equipo de José Ignacio Hernández que sigue ampliando también su palmarés particular.
Para el conjunto valenciano supone su segunda decepción en la competición copera a manos del mismo rival, que le apease en semifinales la pasada edición disputada en su pista y que nterrumpía un dominio del Ros Casares con tres títulos consecutivos.
El partido tuvo la intensidad típica de una final, con ningún dominador claro, muchas alternativas y también tensión que se tradujo en que, salvo en los primeros minutos, las canastas llegaran con cuentagotas en ambos aros.
Tanto Ros como Perfumerías intentaron empezar imponiendo su juego interior, principal argumento ofensivo de ambas, pero ya en el segundo cuarto la defensa se tradujo en una sequía anotadora que no permitía escapadas, salvo un 24-31 para el Ros Casares (minuto 16) que estropeó en un mal final antes del descanso al que se llegó igualado 30-31.
A partir de entonces el encuentro fue un toma y daca, aunque Schumaker y Edwards sacaban mayor provecho cerca del aro, ante la ausencia de Tornikidou que se apuntó al carro en los momentos más comprometidos y que logró un título después de trece años a sus 40 años.
Excesiva precipitación valenciana
Todo parecía conducir a un final incierto en el que cualquier detalle podía decidir el resultado y sin embargo, con la eliminación de Schumaker a poco más de tres minutos para el final (58-58), llegó el derrumbe valenciano que no supo explotar la presunta suerioridad en el juego interior y cayó en la precipitación, aprovechada a la perfección por un campeón con los nervios más templados.
Un triple de Laura Camps -proclamada mejor jugadora- abrió el camino del triunfo charro, que luego certificó desde la línea de tiros libres, cuando ya el Ros Casares se lanzó en una carrera sin sentido en busca de una remontada imposible.
