El Madrid muestra todo su potencial en Badalona

El aplauso con que la afición de la Penya despidió a su equipo y al Real Madrid fue el mejor reflejo del gran partido visto ayer en Badalona. El Real Madrid fue superior, nadie puede negarlo (ni siquiera los badaloneses) y los jugadores locales lo intentaron todo. Pero la realidad es que ya en el encuentro del pasado viernes, en Vistalegre (90-70), los hombres de Bozidar Maljkovic fueron muy superiores a los de Aíto García Reneses. Con Venson Hamilton y Rudy Fernández renqueantes y Jaime Arnold casi desapercibido, oponerse a un Madrid pletórico en el juego interior representa un esfuerzo increíble para cualquier equipo. Además, el técnico madridista sabía que si conseguía mantener a su equipo por delante del marcador, forzaría a los de Aíto García Reneses a un desgaste que pagarían en cualquier momento. Y así fue.

Cuando un triple de Alex Mumbrú dio la máxima ventaja del partido a los locales (14-10, min. 7), parecía que el Madrid no lograría su objetivo. Pero Felipe Reyes, Antonio Bueno y Mous Sonko, con un triple, dieron la vuelta al marcador (17-18).

A partir de ahí los visitantes empezaron a abrir brecha en el marcador (21-28, min. 14), aunque Rooks aún hacía daño en la zona madridista (31-32, min. 16). Fue entonces cuando Boza Maljkovic ordenó cerrar mejor la defensa, y con ello se frenó a Jesse Young, el mejor hombre de los verdinegros. Con 36-44 al descanso, el Joventut estaba ya muy tocado.

Paco Vázquez devolvió la esperanza a los locales (41-46, min. 24), pero llegó la réplica una vez más con un triple de Justin Hamilton, uno de los destacados en las filas blancas, lo que abría un tanteo de escándalo en el que Hervelle, Gelabale y Larrañaga lanzaban a un parcial demoledor (45-65, min. 32).

Epílogo.

Ahí se acabó el partido. El DKV Joventut intentó, con más corazón que cabeza, acercarse en el marcador. Pero el Real Madrid nunca bajó la guardia y los errores en el tiro exterior (3 de 15 triples) de los verdinegros permitían a los visitantes mantener una diferencia cómoda. Sólo Rudy Fernández (diez puntos en los cuatro últimos minutos) consiguió que el tanteo final no fuese abrumador. Sus ganas y su motivación fueron encomiables, pero algunos de sus compañeros no le siguieron en el empeño. Marco lo hizo, pero se descontroló por las decisiones arbitrales.

Con la Penya tocada y la aportación madridista de Felipe Reyes y Axel Hervelle (26 puntos y 17 rebotes entre ambos), era muy difícil que la Penya forzase un quinto partido. El Madrid no necesitó que Bullock estuviese acertado. Que Arnold se quedase en blanco fue una carga demasiado fuerte para la Penya, frente a un Madrid que enseñó su tarjeta de serio aspirante al título con permiso del Estudiantes.

La clave estuvo en el porcentaje

La clave del partido estuvo en el aplastante dominio ofensivo del Real Madrid: 20 de 33 en tiros de dos (66%). Por contra, el DKV falló en triples (3 de 15), un paupérrimo 20% que le condenó y que habla bien de la defensa planteada por Bozidar Maljkovic.