Los traspasos sospechosos, los héroes inesperados, los apellidos que parecen inventados... Me fascina el mercado de fichajes. Me atrapa esta parte de la temporada...
El día de partido los nervios te estrujan el estómago hasta dejarlo del revés.
Traté de explicar en Twitter que ningún aficionado se ha muerto porque le deseen bajar a Segunda. Uno me contestó que tampoco se muere nadie por que le llamen mono.
Este Scudetto es un mensaje a los iluminados de la Superliga y el fútbol exclusivo.
Lo del presidente jugando la carta del franquismo es como las tiras cazamoscas.
El fútbol no parece ser una de esas cosas sobre la que tenga un gran poder de decisión...
En el juicio público, lo importante es hacerles creer a los demás que tienes una buena mano.
“El fútbol es como el ajedrez, pero sin dados”, dijo Lukas Podolski. A saber en qué estaba pensando el bigardo cuando nos regaló esta genialidad, pero resumió con maestría lo extraño que puede resultar este deporte cuando queda en manos de iluminados.
La suerte para los napolitanos es que Spalletti ha montado un equipo que envía las supersticiones al carajo.
Es triste ver al fútbol europeo venderse al mejor postor para este tipo de causas. Sobre todo porque parece una tendencia que crecerá en los próximos años...
En este altarcito al calciomercato me resulta imposible o recordar también la de Bakambu
Su combustible es el ansia, en el pecho llevan una batidora y eso me enamora. No son bonitos de ver, pero tienen de su lado tres detalles que hacen campeones a los equipos.
Scaloni quizá necesite pegarle un par de volantazos al trasto; moverlo.
Hay un punto que haría bien en revisar Ancelotti: el Madrid defiende mucho peor que el año pasado...
Muchos estamos viendo un equipo irregular sostenido por la clase superior de Lewandowski.
Es importante fabricar un buen relato en el fútbol, un relato verdadero y real.
La dinámica es la misma. Sucede algo intolerable, diversos estamentos se indignan...
Los críticos de Laporta somos ahora la espuma que se escurre entre los pies...
A la exigencia brutal de la historia súmale el cortoplacismo al que Laporta ha abocado el club.
En el Barcelona han firmado a Lewandowski, Raphinha, Kessie, Christensen, llevan camino de cerrar a Kounde y vete a saber cuántos trucos de magia más.
El balear son esas fotos de hace varios veranos que un día te tira a la cara un recordatorio de Google.
En el fútbol nunca sucede nada demasiado grave como para desengancharnos
Decía Jorge Valdano esta semana que el Liverpool es un equipo sensato, que primero merece los partidos y después los gana. Imposible no estar de acuerdo, pero el Madrid es otra cosa.
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