Después de muchos días sin competir, el Real Valladolid volverá a jugar tres partidos en seis días dentro de poco.
Es la palabra que mejor define lo que se ha vivido en torno al Real Valladolid en las últimos días.
No acabo de entender muy bien lo que está pasando con el mercado de fichajes del Real Valladolid. Sí me está quedando claro que el club está tieso.
Con la excelente entrada, el récord de abonados, el lavado de cara del estadio Y la vuelta a Primera, al Pucela solo le faltaba la victoria, que consiguió.
Del acierto del director deportivo dependerá en gran medida el éxito o el fracaso del equipo en Primera, donde todos, incluida la afición, han de remar en el mismo sentido.
Semanas de incertidumbre en torno al Real Valladolid. Lo único certero, afortunadamente, es que el equipo arrancará en Primera División allá por el fin de semana del 16 de agosto.
La incertidumbre se cierne sobre el Real Valladolid en los próximos meses, aunque el objetivo de asentarse en la élite debe ser claro.
Semana larga hasta el domingo, cuando el Pucela puede ascender si gana y pierde el Eibar, y con la atención puesta en las intenciones de Inexo.
El Real Valladolid, con siete puntos de los nueve que quedan, sería equipo de Primera de manera matemática y todo empieza por el partido en Alcorcón.
Una victoria del Real Valladolid descartaría ya a un rival directo y dejaría la lucha de las dos plazas de ascenso directo para tres equipos.
El Real Valladolid ha hecho una gran remontada y tiene que rematarlo con un buen final para subir evitando despistarse con otras cuestiones.
La victoria ante el Amorebieta refrenda el buen momento del equipo en la recta final del equipo que mantiene las opciones de ascenso directo.
El Real Valladolid maneja buenas estadísticas globales, pero sigue sin ser un equipo demasiado fiable y sufre mucho cuando gana.
Tras la hecatombe de Ferrol se han sumado siete de los nueve puntos posibles y el panorama ya se puede ver de otra manera.
Que los jugadores pierdan la confianza y el respaldo de los aficionados, que están a punto de hacerlo, puede ser letal de aquí al final de la competición.
El ambiente que se vivió ante el Eibar no ayuda y no debería repetirse. Ya sabemos todos lo que muchos piensan. No por mucho repetirlo les otorga más razón.
El técnico uruguayo del Real Valladolid sigue en su puesto, pero cada vez con menos apoyos y datos a los que agarrarse.
Blas Romero fue un torero cuya carrera fue tan en declive que consiguió hacerse famoso por las múltiples oportunidades que no aprovechó.
El Real Valladolid volvió a dar un paso atrás en Andorra, queriendo vivir de las rentas y siguiendo con su juego plano.
Ante el Real Oviedo se vio una gran versión de los blanquivioletas y fue mucha la gente que disfrutó, como pidió Pezzolano.
El Real Valladolid, y Pezzolano, necesita la victoria ante el Oviedo después de la mejora de imagen, sin resultado, en El Molinón.
Aburrido, insufrible, plano y sin ideas. Así es el juego del Real Valladolid. Jugando así tenemos otro año en Segunda asegurado.
Los arbitraje sufridos por Real Valladolid y Levante muestran que los árbitros empiezan a ser determinantes para el ascenso a Primera.
El encuentro de los blanquivioletas ante el Racing hace recuperar la fe en los jugadores de Pezzolano.
Hace mucho tiempo que no veía un partido tan malo y tan aburrido como el disputado en Elche. Lo de los blanquivioletas me preocupa de manera seria.
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