Cuando Ancelotti mira al banquillo en busca de alguna solución desesperada para su ataque, confiaría antes en Chendo que en Hazard como revulsivo. Es duro, pero es la realidad
Me acuerdo de que Kroos no ha renovado y me entra una sensación de desasosiego vital.
No estoy preparado mentalmente para tener que soportar a Gavi durante las próximas 17 temporadas. Es bueno, es joven, es pesado, es del Barça...
Uno de esos ‘pequeños grandes misterios’ que a mí me gustaría poder resolver algún día, uno que me persigue y atormenta en las noches de insomnio, es el ‘caso Odegaard’. ¿Qué diablos pasó ahí entre el Madrid y el jugador?
¿Qué diablos hacían los jugadores miopes hasta que se popularizó el uso de lentes de contacto?
¿Por qué los jugadores en el banquillo nunca están preparados para salir al campo?
Un Mundial es como una escapada a una casa rural con tus amigos de la universidad. No he ido nunca convocado a un Mundial, pero sí a una casa rural. Así que puedo hablar con la autoridad que me da la experiencia. Es un viaje que puede ir muy bien o que puede ir muy mal. No hay lugar para los grises. Y te das cuenta de eso enseguida.
Como decía Santiago Bernabéu, el futbolista perfecto nunca va acorde a su propia edad: tiene que ser muy adulto fuera del campo y muy niño dentro.
Si hay algo que chifla al madridismo es ver a uno de los suyos con la camiseta empapada de sangre
He empezado la colección de cromos del Mundial, no sin serias dificultades para hacerme con el álbum, y me ha escandalizado el precio de los sobres.
Son simulacros de un futuro sin el croata; por eso en muchos campos ahora le ovacionan.
Tras la marcha de Casemiro rumbo a Mánchester se han podido escuchar algunas voces que no terminan de entender que un jugador pueda irse del Real Madrid de manera voluntaria.
Los ‘cornetto’ son los que ponen de acuerdo a un padre y a un hijo, como un Kroos o un Alaba.
Y es que de eso van las pretemporadas. De sobrerreaccionar. De juzgar un fichaje por tres toques
Intrigas palaciegas, juegos de poder y buenismo estomagante. Eso ha acabado con Pablo Laso en el Real Madrid.
Resulta imposible no sentir fascinación por un tipo como Gaby Deck. Para empezar, le apodan el Tortuga, lo cual ya supone un plus antes siquiera de sentarnos a hablar
Son días bonitos estos en los que todos jugamos a ser el director deportivo de nuestro equipo. Días de volver a la casilla de salida, a un eterno verano.
Podría darse la situación de haber visto todos los partidos y ahora perderme las finales.
No sé qué es el ADN blanco. Tampoco el señorío. Solo tengo claro que en el Real Madrid, como en las películas de otro conocido espía, nunca nada es suficiente.
Cuando ya todo estaba perdido, con Kroos caído en combate y Nacho acalambrado, apareció una vez más el exterior de Modric. Ese pie de bailarín.
Cuando por fin te haces la ilusión de comprender algo, el fútbol se encarga de mostrarse esquivo e inasible como los grandes misterios de la vida.
Lejos de oxidarse, Benzema ha ido mejorando con el tiempo. Ha pasado de gato a viejo zorro.
Vinicius entiende la dedicación que implica. Sonríe, se besa el escudo y consigue hacer que todo parezca fácil.
Marco Asensio es demasiado bueno como para pasar tan desapercibido. Le tocó la ingrata tarea de suplir la baja de Benzema en punta de ataque. Jovic, el teórico suplente, se quedó fuera.
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