Yolanda Díaz pone fecha de salida a su proyecto para las elecciones generales

Parece que llega a su fin la eterna pregunta sobre el futuro de Yolanda Díaz. Centrada en sus tareas como ministra, la líder progresista se ha negado en redondo a caer en la tentación de la elucubración. Para algunos, por hacerse de rogar. Para otros, por responsabilidad y cautela. Son muchos los factores que se tenían que calibrar y acompasar para que se abriera ante Díaz un escenario favorable y seguro. Pero ahora, haciendo acopio de las fuerzas reunidas, da finalmente el paso adelante.

No ha sido fácil el camino. Los palos en la rueda y las piedras en el tejado a menudo han venido de la que, al menos en teoría, era su propia trinchera. Son muchas y notorias las desavenencias entre la política gallega y el sector Podemos. Un pulso del que aún no se conoce vencedor. Lo único que está claro ahora es que Díaz encabezará una lista electoral en las próximas elecciones generales. La pregunta es, todavía, si los integrantes de Podemos participarán de ella o harán caminito propio.

Para la formación morada, que desde su nacimiento ha vivido tantas y tan profundas transformaciones, el objetivo primordial es mantener la hegemonía en el espacio a la izquierda del PSOE. Ser esa fuerza que tira de sus socios de gobierno en la dirección de la reforma social. Sin embargo, se notan nervios en el partido ante la gran popularidad de la vicepresidenta segunda. Porque Yolanda Díaz, por muy aliada que sea, no es de Podemos.

Piezas colocadas

Sudores fríos tuvieron algunos cuando la ministra comenzó a tantear el tablero electoral para ver si un proyecto propio, diferenciado y más amplio podría consolidarse en la coyuntura política actual. Y aún más fríos se volvieron cuando resultó que la respuesta era un rotundo sí. O así lo dibujan todos los indicadores. Sumar tiene espacio y adeptos. El problema es que una amplia fracción de su potencial electorado se solapa con el de Podemos. Así que se abrían dos caminos, la división o la suma. La suma con Sumar.

Ione Belarra, Irene Montero o incluso Pablo Iglesias, recelosos de Díaz pero sabedores de su fundamental capital político, han intentado muchas veces llevarla a su terreno para extraer de ella un compromiso que, en una hipotética coalición electoral, apuntale la preponderancia de Podemos. Sin embargo, esquiva y diestra para la verónica, la cabeza de Sumar se ha negado a firmar hipotecas antes de tiempo, y hasta la fecha ni siquiera ha dicho abiertamente que vaya a intentar hacerse con la presidencia del gobierno.

Sin embargo, ya ha habido movimiento y las cartas están sobre la mesa. En su cuenta de Twitter, Díaz ha dado indicios bastante elocuentes. “El próximo 2 de abril tenemos cosas nuevas que contarte”, reza el mensaje publicado en su muro”. Por si esto no fuera lo suficientemente claro, en un encuentro de Sumar en Sevilla dijo recientemente: “En estos días voy a tomar, quizás, una de las decisiones más importantes de mi vida”. Las piezas parecen estar colocadas, y Díaz ha salido a ganar.