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El Ayuntamiento de Almonacid desmiente que se venda un castillo por un euro

Desde el Consistorio, se ha presentado un expediente de expropiación para poder rehabilitar una fortaleza y mantenerla.

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Castillo de Almonacid

Un castillo medieval castellanomanchego ha sido ofrecido para ser reformado. Es el caso del castillo de Almonacid, un pueblo que no llega al millar de habitantes situado a unos 20 kilómetros de Toledo, y a 90 kilómetros de la capital de España.

El castillo, que pertenece a un grupo de propietarios y no al Ayuntamiento de Almonacid, se debe al estado en el que se encuentra actualmente el castillo, ya que lleva años abandonado en estado de ruina y con vegetación creciendo a su alrededor. Según explica El Heraldo de Aragón, en 1839, el consistorio de Almonacid permitió a sus ciudadanos recoger ladrillos del castillo para poder venderlos, coincidiendo con una época de recesión que estaban atravesando. El castillo tiene un enorme valor cultural, ya que fue declarado Bien de Interés Cultural.

El Ayuntamiento de Almonacid, eso sí, ha querido dejar claro que el castillo no es propiedad suya y ha recordado que tiene abierto un expediente de expropiación de la fortificación. De hecho, al consistorio no le consta el precio de venta de un euro.

Historia

Su primera referencia, de acuerdo a la información de turismocastillalamancha.es, se trata de un documento escrito en el 848, en plena ocupación musulmana en España. Se construyó con el fin de controlar un camino que dirigía a Al Andalus (actual Andalucía). Más tarde, en el 854 fue testigo de una batalla entre el ejército musulmán, dirigido por el emir de Córdoba y los rebeldes de Toledo.

Una vez reconquistada la península, el siguiente propietario fue el rey Alfonso VI de Castilla, que recibió el castillo fruto de una dote en el siglo XI. Tras recibirlo, lo donó a la catedral de Toledo, y tres siglos más tarde, en el XIV, lo reformó un mandato del arzobispo Pedro Tenorio.

Después, uno de sus usos fue como cárcel. En aquella ocasión, Juan I de Castilla envió ocho años a Alfonso Enríquez a la mazmorra del castillo. Ya en el siglo XVIII, fue propiedad de Eugenia de Montijo, la que fuera esposa de Napoleón III.

Por último, también fue testigo de la Guerra de la Independecia, en la que las tropas del general español Venegas, se refugiaron en la fortaleza. Sin embargo, fue conquistado por el poderoso ejército francés, dirigido entre otros por José Bonaparte. Además, en su retirada, lo destruyeron parcialmente, por lo que afectó a la estructura del castillo, y al estado al que se encuentra a día de hoy.