Un 22% de las mujeres que tuvieron una cita por Tinder sufrieron una violación

El desarrollo de nuevas tecnologías y deferentes redes sociales ha traído consigo, también un aspecto negativo. Aplicaciones de citas, si se hace un uso responsable, pueden ser una buena herramienta para conocer a gente que realmente valga la pena. Y, si no funciona, a otra cosa. Pero también son un arma de doble filo que puede salir mal. El informe ‘Apps sin violencia’, de la Federación de Mujeres Jóvenes, deja una cruda realidad: el 22% de las mujeres que tuvieron una cita a través de una aplicación sufrieron una violación.

Tinder, una de las aplicaciones para ligar más conocidas a nivel mundial, tuvo un gran incremento de usuarios a raíz de la pandemia debido al confinamiento. “La violencia sexual contra las mujeres ha adquirido nuevas formas en los espacios virtuales de citas, haciendo que los tradicionales modus operandi de seducción patriarcal, donde se ubica la violencia sexual, se acoplen y se rearmen”, señala el estudio, realizado tras una encuesta en la que participaron cerca de mil mujeres.

El 21,7% de las encuestadas, una de cada cinco, asegura haber sido “forzadas a tener una relación sexual mediante violencia explícita, fueron violadas en el sentido más consensuado socialmente del término, mediando la violencia física”. Y el estudio no se queda ahí, puesto que casi el 58% afirma haberse sentido presionada para mantener relaciones sexuales. En la muestra se tomaron los testimonios de 963 mujeres heterosexuales de entre 18 y 35 años.

Irene Otero y Mónica Sainz, las investigadoras, han presentado en el día de hoy este informe, del que se desprenden también otros datos preocupantes. Alrededor del 57% de las usuarias considera que sus citas las habían animado a consumir alcohol con el objetivo de tener sexo, mientras que el 30% afirma que su cita siguió con una práctica tras haber manifestado dolor y deseo de poner fin a la relación sexual.

Estudio cuantitativo y cualitativo

La primera metodología, la cuantitativa, incluyó una encuesta a través de internet con más de 40 preguntas a 963 usuarias de la aplicación de citas. Por su parte, la cualitativa consistió en la elaboración de dos perfiles (masculino y femenino), con el fin de “evidenciar los estereotipos de género y las agresiones a las que se ven enfrentadas las mujeres” al relacionarse con hombres.

“El objetivo de abrir el chat no era el de entablar conversaciones ni mucho menos crear vínculos engañosos con los usuarios masculinos, sino simplemente valorar la forma en la que los hombres se aproximan a las mujeres en estos entornos en busca de posibles violencias sexuales”, señala el informe. Uno de los grandes hallazgos del informe, basado en los perfiles masculinos de Tinder, fue la reproducción de discursos de un ideal femenino subordinado. “No significa una sexualidad placentera, sino como una forma de poder”. Además, en dichos perfiles masculinos se destaca el interés por mujeres “tranquilas, risueñas, princesas y cariñosas”.

Presión para mantener relaciones

Además, del estudio se desprende que en las primeras interacciones con un usuario son frecuentes los piropos, desnudos o conversaciones con contenido sexual. Hasta un 92,2% asegura haber recibido algún mensaje relacionado con su físico, mostrándose incómodas un 87,% de ellas. Igualmente, un 79% admite haberse sentido presionadas para enviar fotos de desnudos, mientras que un 69,3% sintió presión para mantener conversaciones sexualmente explícitas contra su voluntad.

De acuerdo con el informe, hay una frecuente resistencia a “nombrar como violencia sexual muchas de las agresiones explícitas que sufren las mujeres”. De hecho, el 86,4% de las encuestadas respondió con un no a la pregunta de si había sufrido algún tipo de violencia sexual en una cita de Tinder. Unos datos que chocan con los resultados de otras preguntas más específicas, en las que el 50% aseguró haberse sentido presionada para mantener relaciones sexuales.

Otro dato que llama la atención es que el 11,49% de las encuestadas había confirmado haber sufrido algún tipo de violencia sexual, por el 21,7% que aseguraba haber sido violada. “Esto hace que violencia sexual se identifique como aquella cometida por un desconocido en un callejón oscuro”, apunta Mónica Sainz.

El consumo de sustancias es otro de los temas que aborda esta investigación. El 20% aseguró que su cita de Tinder las emborrachó o drogó con el propósito de mantener relaciones. Ya en ellas, el 48% dijo haberse sentido un objeto cuyo placer no importa. Por último, el 28,2% asegura haber vivido alguna práctica que les hacía daño, en la que el hombre seguía a pesar de su negativa.

Respuesta de Tinder

Tras la publicación del estudio, Tinder ha dado su versión de lo que ocurre en la plataforma, asegurando que tienen muy en cuenta la seguridad de los usuarios, en la que trabajan desde su equipo profesional. “Acabamos de conocer el informe de la Federación de Mujeres Jóvenes y lo estamos leyendo atentamente para comprender plenamente los resultados de la encuesta. En Tinder nos tomamos muy en serio la seguridad de nuestros miembros y, por ello, hemos lanzado más de 15 funcionalidades de seguridad en los últimos 3 años. Si un miembro se pone en contacto con nosotros para denunciar un mal comportamiento tanto en la app como fuera de ella, nuestro equipo revisa detenidamente la denuncia y toma las medidas necesarias para eliminar cualquier perfil inapropiado de nuestra plataforma. Si se ha cometido un delito, animamos a los miembros a denunciarlo a las fuerzas de seguridad correspondientes. Nuestro equipo de profesionales dedicado a la seguridad siempre ha colaborado con las fuerzas del orden cuando se han puesto en contacto con nosotros directamente. Animamos a nuestros miembros a revisar nuestros consejos de seguridad, que se pueden encontrar en nuestra página web y a los que se puede acceder a través de la aplicación para que puedan reportar de forma consistente”.