Reino Unido sobrevuela Rusia
El Kremlin asegura que un avión espía británico violó este lunes su espacio aéreo en la península de Kola, en el norte de la parte europea del país.
Un avión espía británico ha violado este lunes el espacio aéreo ruso en la península de Kola, en el norte de la parte europea de Rusia, según informó el Ministerio de Defensa de este país. “El avión violó la frontera estatal rusa en la zona del cabo Sviatói Nos”, en la región septentrional de Múrmansk, señala la nota castrense.
Tras registrar la entrada del avión británico, un caza MiG-31bm de la defensa aérea rusa ha despegado e identificado al aparato enemigo como un avión de lucha radioelectrónica y espionaje RC-135 de la Fuerza Aérea del Reino Unido. Posteriormente, el avión ruso ha pedido al aparato de reconocimiento británico que abandonase el territorio de la Federación Rusa en la zona del mar de Barents, añade la nota.
“Por las acciones de la tripulación del avión MiG-31bm, el avión de reconocimiento fue expulsado del territorio de la Federación Rusa”, señala el comunicado. El evento finalizó sin que las tensiones pasarán a mayores, pero las autoridades rusas han acusado a la OTAN de incrementar peligrosamente la presencia de su aviación cerca de sus fronteras, especialmente en la región del Báltico y el Ártico.
La OTAN se acerca a territorio ruso
Desde el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania, el Reino Unido es uno de los principales aliados de Kiev, al que ha suministrado armamento pesado y asistencia financiera. La península de Kola se encuentra a unos pocos cientos de kilómetros de Finlandia, que ingresará próximamente en la Alianza Atlántica, al igual que Suecia, tras aprobar el bloque su ingreso en la cumbre de finales de junio en Madrid.
De hecho, Macron ya ha firmado el protocolo de ratificación para la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, según informó el pasado sábado el Palacio del Elíseo. Finlandia y Suecia habían rechazado durante décadas solicitar su ingreso en la OTAN, pero cambiaron de postura a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.
Su adhesión pendía de un hilo hasta hace bien poco: para que un país se una a la OTAN todos los miembros deben aceptarlo. Turquía se oponía a ello y pedía a un mayor compromiso de los países escandinavos en la lucha contra el grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización considerada terrorista por Ankara.
Ambos países dieron un paso más el 5 de julio en su ingreso en la OTAN con la firma de su protocolo de adhesión, con el que pasan a ser miembros ‘de facto’ de la alianza militar a falta de la ratificación formal. Tras ello, el director general de la OTAN, Jens Stoltenberg, habló de “día histórico”.