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‘Swan Upping’, la curiosa tradición en nombre de la reina Isabel II
Te explicamos la curiosa tradición que se celebra una vez al año en el río Támesis: el ‘Swan Upping’ para saber cuántos cisnes tiene la Corona británica
Todos los años se celebra una curiosa tradición en el río Támesis. El personal del Palacio de Buckingham sale al conocido río inglés para contar cuántos cisnes tiene la Corona británica. Es el conocido como ‘Swan Upping’.
En equipos repartidos en pequeños botes encabezados por The Queen’s Swan Marker, reman a lo largo de una parte del río durante varios días para realizar el censo anual de las aves que habitan el Támesis. Al grito de “¡Todo listo!”, se encuentran con los cisnes blancos y sus familias y verifican su estado de salud. Estos animales y sus crías son amenazados habitualmente por zorros, perros y otros animales, además de por los propios pescadores, cuyos anzuelos pueden ser letales.
¿Cuál es el origen de esta tradición?
La tradición del ‘Swan Upping’ data del siglo XII, cuando la Corona inglesa se adjudicó la propiedad de los cisnes blancos, algo que suponía una exquisitez para los copiosos banquetes de la época. Por suerte, casi diez siglos después, los británicos no calman su hambre con estas aves pero sí han mantenido una tradición que busca conservar la vida silvestre y educar a los niños.
La reina Isabel II, y ahora tras su fallecimiento, el rey Carlos III, era la propietaria de los cines. En realidad, el decreto aplicaba en toda Inglaterra y Gales, según explican en Findinterestingplaces, pero en la práctica sólo se realiza en determinados tramos del Támesis, concretamente los más cercanos al Palacio de Windsor. Comparte dicha propiedad con antiguas asociaciones comerciales, aunque la Corona mantiene el derecho de propiedad de los cisnes blancos no marcados en aguas abiertas del Támesis, según informa Reuters.
La Corona comparte la propiedad de los cisnes blancos en el Támesis con antiguas asociaciones comerciales (Vintners o Dyers), que también se suman al censo y marcan sus aves. Sin embargo, la Corona, que no marca sus aves, mantiene el derecho de propiedad de todos los cisnes blancos no marcados que nadan en aguas abiertas del Támesis.
“Hemos recibido reportes muy positivos durante la temporada de apareamiento de 2022, con buenos números de polluelos eclosionando. De cualquier forma, el impacto total de la influenza aviar no se conocerá hasta que termine el Swan upping”, destacaba en julio pasado David Barber, quien ostenta el cargo de marcador de cisnes real o The Queen’s Swan Marker.