Sorprendente hallazgo sobre la lepra
Los científicos han descubierto que los parásitos de esta enfermedad pueden renovar los hígados envejecidos y aumentar la esperanza de vida.
La lepra es una de las enfermedades más antiguas y persistentes del mundo. Sin embargo, sus bacterias pueden tener la capacidad de crecer y regenerar un órgano vital.
Los científicos han descubierto que los parásitos asociados a la lepra pueden reprogramas células para aumentar el tamaño de un hígado en animales adultos sin causar daños, cicatrices o tumores.
Estos hallazgos sugieren la posibilidad de adaptar este proceso natural para renovar los hígados envejecidos y así aumentar la esperanza de vida en los seres humanos según la revista ‘Cell Reports Medicine’. Los expertos afirman que esto también podría ayudar a regenerar hígados dañados, reduciendo la necesidad de hacer trasplantes.
Experimento en animales
Estudios anteriores promovieron el recrecimiento de hígados de ratones mediante la generación de células madre y progenitoras a través de una técnica invasiva que provocaba cicatrices y crecimiento de tumores. Para superar estos efectos secundarios, los investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) se basaron en la reprogramación celular parcial de la bacteria causante de la Lepra.
Para ello se infectaron a 57 armadillos con el parásito y se compararon sus hígados con los de los armadillos no infectados y con los resistentes a la infección. De esta forma descubrieron que los animales infectados desarrollaban hígados agrandados, pero sanos e indemnes, con vasos sanguíneos, conductores biliares y unidades funcionales conocidas como lobulillos.
El equipo de investigadores cree que las bacterias secuestraron la capacidad regenerativa inherente del hígado para aumentar su tamaño y dotarlo de más células que lo hagan crecer y activando genes relacionados con el metabolismo, el crecimiento y la proliferación celular.
Intervenir en hígados envejecidos humanos
Este nuevo descubrimiento se debe a que las bacterias reprogramaron las células del hígado devolviéndolas a la etapa anterior de las células progenitoras y convirtiéndolas en nuevos tejidos hepáticos.
De esta forma, el equipo tiene la esperanza de poder desarrollar intervenciones para hígados envejecidos y dañados en humanos, ya que las enfermedades hepáticas provocan dos millones de muertes al año en todo el mundo.