Una hostelera señala la base de su nuevo negocio: “No soy la jefa que no hace nada y lo decide todo”
Los trucos y consejos que da la joven para poder llevar adelante un negocio de la manera más exitosa posible y con resultados buenos y constantes.
Maurane Roggemans, encargada del restaurante Brasserie du Ciné, explica cuál es su secreto para mantener una buena clientela en su establecimiento y una buena relación laboral. Cuando Roggemans se hizo cargo del restaurante en abril de 2023, ella contaba tan solo con 25 años de edad, pero esto no le impidió conseguir sus metas junto con el apoyo de su pareja, Cédric Spiroux, propietario una cervecería.
El establecimiento de Roggemans, situado en Bélgica, es un café–restaurante con un ambiente relajado donde los clientes habituales y cinéfilos pueden reunirse para comer y disfrutar de platos “que combinan calidad y abundancia”, según informa Sudinfo. La propietaria del local confiesa haber trabajado en el sector de la hostelería antes de hacerse cargo del Brasserie du Ciné. “Aunque significara matarme trabajando para un jefe, un día decidí hacerlo por mí misma”, explica ella recordando el momento en el que decidió tomar las riendas del restaurante, conocido antes como Brasserie du Relais.
Consejos y trucos
Roggemans dejó sus estudios de bienes raíces para meterse en el sector de la hostelería. A partir de ese momento ha trabajado como jefa de cocina y jefa de camareras y es capaz de supervisar a una plantilla entera de trabajadores ella sola. No obstante, sacar adelante el local no es solo cuestión de esfuerzo, sino también de compañerismo.
“Aquí valoramos tanto al lavaplatos como al cocinero y crecemos juntos”, explica la propietaria del local. Su secreto para poder mantener un buen ambiente laboral reside en saber valorar el trabajo de todos los miembros del equipo e involucrarse en las tareas que requiera el local. “No soy la jefa que no hace nada y lo decide todo. Compartimos ideas, experimentamos, nos adaptamos”, informa ella.
La iniciativa de Roggemans parece funcionar. Según explica el medio, el local cuenta con una media de 90 comensales y un lleno casi constante, además de una clientela fiel y un ambiente laboral muy bueno. El objetivo de la propietaria es “mantener una buena relación calidad-precio” en sus comidas y servicios.
Los precios mantienen un estándar asequible que permite a familias enteras poder disfrutar de una comida o una cena antes de ver una película. El local ofrece una mezcla entre su comida y el cine y la cultura, un punto que juega a favor del restaurante. “La gente puede aparcar fácilmente, venir a comer antes de la función”, explica Roggemans.
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Un servicio rápido y eficaz es otro punto fundamental para poder mantener una buena clientela en el local. La carta del restaurante se somete a cambios constantes, añadiendo nuevos platos y combinaciones para que la gente pueda disfrutar de experiencias nuevas. Esta combinación de decisiones se une a un equipo que, según la propietaria, dan todo de sí mismos.
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