Quién es el asesino en serie Dinamita Montilla, ahora en boca de todos
Jurado Montilla fue condenado a 123 años de cárcel por cuatro homicidios ocurridos en la provincia de Málaga entre 1985 y 1987. Podría ser el asesino de Ester Estepa.
El cadáver de Ester Estepa, una mujer sevillana de 42 años desaparecida el pasado mes de agosto en Gandía (España), ha sido localizado en una zona de cañar cercana a una carretera de la misma localidad en la que fue vista por última vez. Una verdadera tragedia.
El cuerpo ha sido encontrado hace escasas horas después de un intenso rastreo por parte de la Policía Nacional en un lugar inhóspito, en una mediana intransitable entre la carretera de la playa de Gandía y la N-332, oculto bajo un denso cañar.
El principal sospechoso
El principal sospechoso de la desaparición de la mujer es José Jurado Montilla, alias ‘El Titi’ o ‘Dinamita Montilla’. Sobre este pesan los cuatro asesinatos por los que fue condenado, todos cometidos en los años ochenta y por los que pasó cerca de 30 años en prisión. Pero también otros dos, cometidos en los últimos años.
Su detención se produjo el pasado mes de mayo en un bar de Valdebótoa (Badajoz) por el crimen de un joven de 21 años, cuyo cuerpo fue hallado con una herida en la cabeza el 30 de agosto de 2022, en un paraje de Los Montes de Málaga, donde sus padres tienen una finca.
En profundidad
Nacido en Campanillas (Málaga) en 1961 -aunque en el registro figura su fecha de nacimiento en 1962-, Jurado Montilla no tiene relación con nadie de su familia tras la muerte de sus dos padres. Con 18 años, cometió su primer robo y, poco después -con 25-, fue acusado de sus primeros asesinatos.
Aunque es un amante de la naturaleza, ya que en sus crímenes liberaba a los animales domésticos de sus víctimas, la Guardia Civil lo define como un tipo “serio, frío y calculador”. Y lo peor: no se reconoce asesino en serie. El único de los asesinatos mencionados anteriormente que ha reconocido es el de Francisco González.
A tener en cuenta
En 1987, tuvo lugar su primera detención. Sí, mientras comía un bocadillo esperando un tren en la estación de Las Mellizas (Álora). Fue acusado de la muerte de un turista alemán y de un inglés, de 22 y 30 años, respectivamente, cuyos cadáveres aparecieron en una zona cercana a El Caminito del Rey.
Habían sido apuñalados y habían recibido disparos. Ese mismo año, fue encontrado el cuerpo carbonizado de Antonio Paniagua, exchófer de Juanito Valderrama en su casa de campo en el puerto de los Randos, en Campanillas, la localidad natal de Jurado Montilla.
En su mochila, los agentes encontraron varios objetos que pertenecían a la vivienda de Paniagua, así como una navaja suiza que coincidía a la perfección con las heridas de los fallecidos. Después de esto, vino la condena por la muerte de Francisco González, de 57 años.
Se trataba de un vecino de Puerto de la Torre y es el único al que reconoce haber matado. Ahora bien, dos años antes del crimen de Paniagua. Para ser más concretos, el Jueves Santo de 1985 le disparó con una escopeta al verse sorprendido en una casa de campo del fallecido.
123 años de prisión
Fue condenado, por estos cuatro asesinatos, a 123 años de prisión. No obstante, cuando llevaba 28, se vio beneficiado por la derogación de la doctrina Parot, que lo ‘mandó directamente a la calle’ tras haber cumplido solo 28 años de cárcel. Con pocos euros en el bolsillo, pudo comprarse unos billetes de tren a Madrid y, desde allí, a Málaga.
El pasado mes de mayo, ‘Dinamita Montilla’ fue detenido otra vez, esta vez, acusado de la citada muerte de un joven de 21 años, David H., que había aparecido con dos disparos en una zona de difícil acceso en los Montes de Málaga.
Volvió a la tumba de Ester
Al parecer, Jurado Montilla fue una de las últimas personas que vio con vida a Estepa Pérez, con quien mantenía una relación aparentemente, e hizo pública una fotografía en la que se le ve junto al sospechoso y otra persona tan solo dos días antes de desaparecer.
Según ha adelantado ‘Levante EMV’, el hombre de 62 años volvió al lugar del crimen. Y ahí no acaba la cuestión. Se recreó grabando y difundiendo en su cuenta de la red social TikTok vídeos con el lugar donde yacía muerta su sexta víctima cuando solo él lo sabía. ¿Por qué? Está claro: quería despistar a la Policía.
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