La Santa Compaña, la leyenda gallega que es algo más que Halloween

Halloween es una de las fechas marcadas en rojo en calendarios de todo el mundo. También en España. Esta tradición, originaria de los pueblos celtas y popularizada por Estados Unidos, ha puesto de moda varios ritos, como puede ser el ‘truco o trato’ o disfrazarse de motivos diversos, aunque los más populares residen en personajes de películas consideradas de ‘terror’ o de ‘miedo’.

Sin embargo, también hay otras tradiciones y leyendas en nuestro país que entran en la historia. Una de las más famosas es la de la conocida como ‘Santa Compaña’. Originaria de zonas como Galicia o Asturias, esta tiene mucho que ver con una fila de encapuchados, en modo fantasmal, que pueden poner sobre aviso acerca de una futura muerte.

La Edad Media, posible período de origen de la leyenda

Esta leyenda no solo tiene el nombre de ‘Santa Compaña’, también se le puede conocer con las denominaciones de ‘Huespeda’, ‘Estadea’, ‘Compaña’ o ‘Genti de Muerti’. Su origen se puede remontar a la Edad Media en Europa, cuando se relata la presencia de un grupo de personas fallecidas o almas perdidas que llevaban unos particulares ropajes.

Estas ropas, de acuerdo con la leyenda, eran de explorador. Además, iban a lomos de caballos y eran acompañados por perros que rastreaban. A través de varios escritos del siglo XI y XII, la aparición de estos seres tenía un claro significado: su presencia conllevaba todo tipo de tragedias.

Un mortal condenado encabezaría esta hilera

Otra de las cuestiones más relevantes en torno a esta historia tiene que ver con la organización de la ‘Santa Compaña’. Esta iba encabezada por un mortal, que estaba condenado a vagar todas las noches con una vela y una cruz. Se dice que, al día siguiente, no recordaba nada de lo que había hecho tras la caída del sol y se le reconocía por una delgadez y palidez extremas.

Según la leyenda, se podría traspasar la cruz a un testigo que presenciaba la escena, o el mortal que portaba este elemento fallecía pocas jornadas más tarde debido al empeoramiento extremo de su estado de salud.

La organización de la ‘Santa Compaña’

Además del mortal anteriormente mencionado, esta procesión estaría formada por dos hileras de fantasmas, descalzos y cubiertos por sudarios. Cada uno llevaba su vela encendida, lo que hacía que se desprendiese un olor a cera por el aire, dejando un aroma característico.

Por otro lado, hay que mencionar que al frente de esta particular y siniestra compañía estaba un espectro considerado como ‘mayor’, y que tenía el nombre de ‘Estadea’. Además, de acuerdo con la historia, contaban con una campanilla, dando así comienzo a su camino, levantando una densa niebla.

La definición de la ‘Santa Compaña’

Una de las mejores definiciones de esta leyenda, oriunda de Galicia, pero que tiene variaciones en diversas localizaciones de España la da Xesus Rodríguez López. En su libro de 1895, ‘Supersticiones de Galicia’, el folclorista define esta costumbre de la siguiente forma:

“La compaña es la reunión de almas del Purgatorio para un fin determinado. A las doce de la noche se levantan los difuntos, salen en procesión por la puerta principal, una persona viva va delante con la cruz y el caldero de agua bendita, y no puede, bajo ningún pretexto, volver la cabeza. Cada difunto lleva una luz que no se ve, pero se percibe claramente el olor de la cera que arde. La comitiva tampoco se ve, pero se percibe el airecillo que produce su paso. El desgraciado director solo puede dispensarse de tan tétrico cometido encontrando a otra persona y entregándole la cruz y el caldero, antes de que haga un círculo en la tierra, con lo cual queda libre de dirigir la compaña”.

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