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SOCIEDAD

La primera ministra Meloni paga la cuenta de cuatro italianos que hicieron un ‘simpa’

El presidente albanés le contó la historia y la mandataria italiana abonó los 80 euros asegurando que le avergonzaba la situación. “Nada grave, de hecho ni siquiera lo conté”, ha dicho.

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La primera ministra Meloni paga la cuenta de cuatro italianos que hicieron un ‘simpa’
GUGLIELMO MANGIAPANEREUTERS

El fino mar Adriático separa la costa albanesa de la península itálica. La cercanía entre ambos países ha sido tradicionalmente el motivo por el que sus ciudadanos se han movido de un lugar a otro, empujados por su circunstancia. En los años noventa, después de que cayera el régimen comunista de Enver Hoxa, miles y miles de albaneses cruzaron a Italia. Y ahora, en pleno 2023, se puede decir que es Albania la que se ha convertido en ‘Little Italypor sus costas de arena color marfil y aguas cristalinas; también por el bajo precio del tren de vida, a cuya locomotora se subieron cuatro turistas italianos que rompieron esta ventaja económica marcándose un ‘simpa’ en un restaurante.

La historia se quedaría ahí, en una fechoría de vacaciones, en una locura estival, en una anécdota propia de ‘soycamarero’, de no ser por la irrupción de la presidenta italiana, Giorgia Meloni, en la elucubración de la trama. La mandataria pasaba unos días de descanso en este país cuando su homólogo albanés, Edi Rama, le informó sobre este episodio. Y Meloni pagó, literalmente, los platos rotos.

Una cuenta de 80 euros, cuatro turistas y una presidenta

A través de Twitter, Meloni ha difundido los pormenores de este relato, empezando por cómo Rama le “contó la historia de cuatro italianos que se escaparon de un restaurante sin pagar la cuenta” y concluyendo por la actitud del dueño del restaurante, que “después de que se viralizaran las imágenes de la fuga, dijo que seguía feliz porque nuestros compatriotas comieron bien y estaban felices”.

¿Por qué lo hizo? La presidenta italiana ha confesado que este episodio la incomodó sobremanera. Me dio vergüenza, porque la Italia que quiero representar no es una nación de la que se habla en el extranjero por estas cosas, que no respeta el trabajo de los demás, que piensa que es divertido engañar a los demás”, ha lamentado.

“Así que decidí pedirle al embajador que fuera a saldar la cuenta, que pagué yo misma”, zanja una Meloni que, al final, ha querido restar importancia a lo sucedido: “nada grave, de hecho ni siquiera lo conté”. Y ha procedido al pago de los 80 euros a los que ascendía la cuenta. Para más inri, la escena quedó grabada y fue difundida por la agencia italiana de noticias ANSA. Salen lentamente y, cuando cruzan el umbral de la puerta, emprenden una carrerilla que, seguro, ha bajado algo más que la comida.

Sí que ha querido la líder del partido ultraderechista ‘Hermanos de Italia’ sacar una conclusión política del asunto. “Esto ha creado controversia de una oposición que evidentemente prefiere otra imagen de Italia. Lo siento porque esperaba que al menos en algo tan trivial todos pudiéramos estar de acuerdo”, ha expresado Meloni. Finalmente, la Embajada italiana en Albania ha hecho público el pago de la cuenta porque “los italianos respetan las reglas y saldan sus deudas”. Cortés final para una diablura veraniega de lo más extravagante.