NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SOCIEDAD

Hallazgo inédito en Godella: “Hay que protegerlo”

Estos restos aparecidos en Godella no han hecho más que acrecentar el rastro del camino del acueducto que conectó el Turia con Sagunt. Sin embargo, no ha sido un camino fácil.

Hallazgo inédito en Godella: “Hay que protegerlo”
@SalvemDel

En un emocionante capítulo de la historia arqueológica de España, un equipo de investigadores y expertos ha desenterrado un tesoro antiguo en la zona de La Torreta del Pirata situada en la localidad de Godella, cerca de Valencia. El descubrimiento del acueducto de riego romano ‘La Covatella’ ha revivido los ecos de una época pasada y ha proporcionado una ventana fascinante a la ingeniería y el legado de la antigua Roma en la región.

Ahora bien, esto no ha sido un trabajo sencillo. Y es que en la zona de las obras de urbanización de este lugar se está construyendo un espacio para, aproximadamente, cerca de 500 viviendas, lo cual ha dificultado el descubrimiento de restos arqueológicos bajo la torre de vigilancia del siglo XV y ha generado una gran controversia entre diversas asociaciones que defienden el patrimonio natural y arquitectónico del municipio desde hace tiempo.

Inicio del conflicto

Pero esta “guerra patrimonial” no es de ahora. Podemos remontarnos perfectamente varias décadas atrás, en concreto, a 1999, cuando el arqueólogo Miquel Ramón Martí Matías publicó una serie de cosas defendiendo el patrimonio de Godella. “Yo no soy de allí, pero bueno, iban a urbanizar ya la Torreta del Pirata en su momento y ya había movimientos de tropas. Y lo que iba a caer también es la cantera de Godella, que es la cantera oficial de Valencia, donde se sacó toda la piedra de la ciudad hasta hace 100 años prácticamente”, transmite al Diario AS.

Además, añade: “Iban a urbanizarlo todo y había unos intereses espectaculares. Yo, un inocente estudiante de arqueología, me atreví a hacer un informe y estudiar las canteras. Tras aportar todos los documentos, pude presentarlos en el Congreso Nacional de Arqueología ese mismo año y, con la ayuda de colectivos locales, presionar al poder local y autonómico, con prensa y denuncias, volando por los aires el ataque al patrimonio”.

Ampliar
Imagen cedida por Ramón Marti

El poder del pueblo

Godella fue el campo de pruebas porque a principios del 2000, el AVE, jamás derrotado y que se había llevado por delante la villa de un emperador romano (la de Maximiano Herculeo, del siglo III d.C ), se estrelló de nuevo contra otra villa romana, la de Publio Cornelio Iuniano, y 12 personas de su familia con sus nombres tallados en lápidas. Esta vez, contra todo pronóstico sería derrotado.

L’ Énova, un pueblo cercano de poco más de 1000 habitantes, con la ayuda también de una campaña de prensa, denuncias, visitas a colegios e institutos y los exhaustivos informes arqueológicos de Ramón Martí, que había llegado tres años antes a l’Énova que el AVE, y que contradecían los de los propios arqueólogos de la Conselleria Valenciana en el lugar, consiguió, entre otras cosas, ‘parar el AVE’. De esta forma, tuvieron que elevar su vía y respetar el yacimiento, descubriendo para la ciencia, además, la cantera de mármol mejor conservada de España. Esto supuso un punto de inflexión.

Así, como si de un tiempo muerto se hubiera tratado, en Godella, se oyeron de nuevo los sables urbanísticos. Este experto, delante de este reto mayúsculo en este lugar, no se iba a quedar de brazos cruzados. Para ello, ofreció su colaboración, sumándose a las organizaciones como ‘Salvem la Torreta del Pirata, Pulmón verde de Godella’ o ‘Godella Natura’, las cuáles han ejercido una gran presión -incluso con denuncias- a nivel social en el Ayuntamiento, decantando la balanza en todo lo posible a favor del patrimonio. Ramón Martí se considera “un elemento más”, sin duda alguna, ya que el poder del pueblo es lo que ha prevalecido por encima de cualquier otra cosa.

Y claro, todo ello ha dado sus frutos. “Se va a tratar de salvar lo que se está excavando, que es la torreta del Pirata. Si la gente de Godella se hubiera callado, todo estaría ya destruido. Absolutamente. Es lamentable que al final sea la gente de la calle la que tenga que tomar medidas y no los de arriba. Además, todo apunta que se han realizado obras que han eliminado restos y que empezaron a excavar cuando el escándalo era patente“, puntualiza este profesional a nuestro medio en referencia a la clase política.

Las obras continuarán adelante

Pese a ello, las obras del PAI de la Torreta del Pirata continuarán adelante. La intención del Ayuntamiento de Godella es respetar el proyecto urbanizador previsto inicialmente e incluir las escasas modificaciones que puedan plantear desde la Consellería de Cultura, pero siempre sin alterar la dotación residencial. En todo caso la adecuación se encaminaría a garantizar la conservación de los yacimientos con soluciones que permitan su exposición al público.

“En otros países se protege más este tipo de cosas y no se discute. Aquí, lo que gobierna en nuestra tierra, es el urbanismo. Los políticos caducan cada cuatro años, pero el daño en el paisaje, su vegetación y fauna (de las que hay hasta publicaciones) y el patrimonio histórico, es irremplazable. La cultura, pues eso... Es increíble que dejen construir ahí. De vergüenza”, expone este experto. De los avances en estos trabajos se informa periódicamente a la Consellería de Cultura y, de hecho, sus técnicos de la Unidad de Inspección del Patrimonio, han visitado las obras junto a los arqueólogos de la empresa y han tomado la decisión de salvaguardar todos los restos arqueológicos encontrados.

El impacto del descubrimiento

Estos restos aparecidos en Godella no han hecho más que acrecentar el rastro del camino del acueducto -en una zona azotada por el escasez de agua- que conectó el Turia con Sagunt, y que proporcionó agua para las villas romanas, no para beber en principio, sino para regar, animales o termas. Todo ello intentó ser explicado por el historiador valenciano Nicolau Primitiu en 1921, hallando diversos trozos, muchos hoy arrasados en otros lugares. Por su intuición, destreza y habilidades, determinaba su nacimiento entre Benaguacil y Villamarxant, demostrando Ramón Martí, que fue en Benaguacil. Este acueducto fue bautizado por él mismo Primitiu como el acueducto de la Covatella, que se creía de origen islámico.

Más que un descubrimiento, Ramón Martí matiza que es “un redescubrimiento que hay que protegerlo, da sentido al origen de Godella” y que supondrá “lo que ella quiera”. Desde las distintas asociaciones, por si esto fuera poco, esperan que este descubrimiento repercuta en una menor edificación y cementación del ahora arrasado bosque. Asimismo, que la conversación de estos restos arqueológicos abra la puerta a poner en valor su patrimonio histórico y a disminuir el número de viviendas sin ningún tipo de indemnización por parte del ayuntamiento.

Protección del patrimonio cultural

El hallazgo del acueducto romano no solo es un regalo para los entusiastas de la arqueología, sino que también tiene el potencial de enriquecer la comprensión de la historia local y nacional. Además de su valor histórico, el hallazgo también resalta la importancia de la conservación y la protección del patrimonio cultural.

No cabe duda de que este descubrimiento representa una oportunidad útil para conectarse con el pasado y aprender lecciones valiosas de una civilización que dejó una marca indeleble en la historia. “Los ciudadanos de Godella y sus asociaciones han conseguido mucho. Espero que algún día los políticos sean los primeros en proteger el resto arqueológico y el entorno donde se encuentra”, concluye Ramón Martí.