El sorprendente país con más pirámides del mundo
No es ni Egipto ni México y tiene en torno a 255 pirámides. Las tormentas de arena y negligencias del pasado amenazan su supervivencia.
La última maravilla del mundo antiguo que sigue en pie es la pirámide de Guiza. Ya no se sostienen los jardines colgantes de Babilonia, la estatua de Zeus, el coloso de Rodas, el templo de Artemisa, el mausoleo de Halicarnaso o el faro de Alejandría. Si quieres ver la única superviviente, tienes que desplazarte hasta El Cairo (Egipto).
Egipto es un país bien conocido por su cultura ancestral, sus jeroglíficos indescifrables, sus templos y cómo no, sus pirámides. El país cuenta con unas 100 estructuras de ese tipo y, a pesar de tener fama mundial por las de Guiza (Keops, Kefrén y Micerinos), no es el Estado con el mayor número de pirámides.
Sí lo es su vecino Sudán. El país, que se dividió en Sudán y en Sudán del Sur en 2011, también es atravesado por el río Nilo y posee, según las estimaciones, unas 255 pirámides a lo largo de su territorio. Fueron construidas entre el 1.070 y el 350 a.C y se cree que fueron erigidas por la civilización nubia durante el Reino de Kush.
Por lo general, las pirámides de Sudán (conocidas como pirámides Nubias) son más delgadas y empinadas que las de Egipto, pero menos altas. Se conservan en tres yacimientos: El Kurru, Jebel Barkal y Meroe. La UNESCO declaró estas últimas patrimonio de la Humanidad. Se utilizaron como tumbas para los reyes y reinas del momento y fueron construidas con granito y arenisca.
Además, tienen en su interior ilustraciones e inscripciones que celebran las experiencias de los reyes de Meroe, la que fue una de las ciudades más prósperas del Nilo. Sin embargo, las estructuras no se mantienen en sus mejores condiciones debido a las condiciones meteorológicas del desierto y a algunas negligencias, como la del explorador italiano Giuseppe Ferlini, que destrozó muchas pirámides en la década de 1880 en búsqueda de un tesoro.
Las tormentas de arena, enemigas de las pirámides
De hecho, según explica National Geographic en un artículo, las tormentas de arena son una de las grandes amenazas a las que se enfrentan las pirámides, pero no es un hecho nuevo. “Su Majestad trajo gran multitud de manos para limpiar, hombres y mujeres además de niños reales y gobernantes para mover la arena; y Su Majestad cargó con la arena en sus manos por sí mismo, liderando a la multitud durante muchos días”, relata una inscripción de un templo del siglo 5 a.C.
Según el medio citado, la amenaza de las tormentas de arena “se ha exacerbado por el cambio climático, haciendo que la tierra sea más árida y las tormentas de arena se den con mayor frecuencia”. En los peores casos, las arenas movedizas “pueden sumergir casas enteras en las zonas rurales de Sudán, cubrir campos, canales de irrigación y las orillas de los ríos”.