El dueño de una gasolinera se topa con un ‘tesoro’ de casi 3 millones de euros al hacer caja: “No es casualidad”
El hallazgo de una rara pieza de medio dólar Kennedy transforma la vida de un trabajador estadounidense.
Lo que comenzó como una jornada rutinaria en una gasolinera de South Conway, en Estados Unidos, terminó convirtiéndose en una historia digna del mejor guion cinematográfico. Steve Whitmore, propietario del establecimiento, se encontraba revisando la caja registradora cuando una moneda, aparentemente corriente, le llamó poderosamente la atención. Lo que desconocía entonces es que estaba a punto de descubrir una auténtica joya numismática valorada en más de 3 millones de dólares.
“Parecía una moneda cualquiera, pero tenía algo especial. Era demasiado brillante, demasiado perfecta”, relató Whitmore a medios locales. Habituado a manejar cientos de monedas al día, su instinto lo llevó a apartarla del resto. La observó detenidamente y, movido por la curiosidad, decidió consultar a un comerciante especializado en monedas antiguas.
La pieza fue sometida a un minucioso análisis por parte de varios expertos, quienes no tardaron en identificarla. Se trataba de un raro prototipo de medio dólar Kennedy de 1964, acuñado poco después del asesinato del presidente John F. Kennedy, considerado por muchos como una de las monedas más codiciadas entre los coleccionistas.
“Se creyó que había desaparecido”
Según confirmó la Asociación Numismática Americana, esta moneda posee características únicas. Fue acuñada en un 90% de plata, presenta un acabado espejo del tipo “proof”, tiene un error en el reverso y, lo más insólito, carece de marca de ceca, lo que la convierte en una pieza prácticamente única.
“Monedas como esta no aparecen por casualidad”, afirmó Amanda Rollins, tasadora principal de la asociación. “Durante años se creyó que había desaparecido o que había sido fundida. Verla reaparecer en una caja registradora es algo increíble”.
La moneda fue evaluada por el Professional Coin Grading Service (PCGS) con una calificación de PR69, la segunda más alta dentro de los estándares de calidad numismática. La noticia del hallazgo corrió como la pólvora entre coleccionistas y casas de subastas de todo el mundo, lo que derivó en una ola de ofertas millonarias.
Finalmente, un comprador privado adquirió la moneda por 3,21 millones de dólares, lo que equivale a unos 2,8 millones de euros. El precio marcó un récord absoluto en el mercado de monedas estadounidenses de ese tipo. “He visto pasar miles de monedas por la caja, pero jamás pensé que una sola pudiera valer más que todo mi negocio”, confesó Whitmore.
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Desde entonces, anima a sus empleados a examinar con atención cada billete y moneda que entra en la caja. A veces, basta con mirar dos veces algo aparentemente insignificante para descubrir que lo que tenemos entre manos puede ser un fragmento valioso de la historia.
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