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Salpas: las falsas medusas que llegan a las costas españolas

Lejos de de resultar dañinas para la salud humana, contribuyen a la purificación del aire. Se han dejado ver en las playas del Mar Mediterráneo.

Salpas: las falsas medusas que llegan a las costas españolas
Javier Ortiz

Las salpas son un pequeño animal marino, transparente y brillante que en los últimos años se han dejado ver en las playas del Mediterráneo, especialmente en las regiones de Málaga, Granada y Almería.

También conocidas como “zapaticos” por las generaciones más mayores, se suelen confundir con medusas. Por ello, desde hace un tiempo y coincidiendo con la llegada del período estival, las redes sociales se suelen llenar de mensajes de advertencia que ruegan saber diferenciar ambas criaturas. Esto se debe a la importante función de las salpas.

Los “zapaticos” son seres totalmente inofensivos que, además, gracias a su proceso de nutrición, absorben grandes cantidades de CO2. Y es que las salpas se alimentan de fitoplancton, un organismo fotosintético que absorbe dióxido de carbono.

De esta manera, se estima que las colonias de salpas son capaces de absorber alrededor de 4.000 toneladas de este gas en una noche y depositarlo en el fondo del océano.

Una mayor alimentación puede llevarlas hacia la costa

Las salpas se suelen unir entre ellas formando largas filas que se desplazan por el mar arrastradas por las corrientes. Y, aunque no es habitual verlas por las costas –dado que habitan en mar abierto–, tampoco resulta sorprendente.

Una mayor cantidad de fitoplancton lleva a una mayor alimentación y, por lo tanto, una rápida reproducción que las termine por acercar a las orillas de las costas. Pues estos seres alternan una generación de reproducción sexual con otra de reproducción asexual, es decir, que, cada individuo genera varios clones.